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OPINIÓN - DOMINGO, 20 DE DICIEMBRE DE 2009

 
OPINIÓN

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


LUNES. 14

El Delegado del Gobierno invita a representantes de todos los medios a desayunar con él. Se trata de reunir a los periodistas para informarles de la labor que ha desarrollado la Delegación del Gobierno durante el año y con derecho, como no podía ser menos, a que éstos pregunten a discreción. La sesión resulta amena, porque José Fernández Chacón se muestra en toda su plenitud: amable, simpático, cercano y mostrando esa naturalidad suya que no tiene ni un adarme de artificiosa. A mí me invitaron, supongo que sería así, como oyente; dado que mi misión en este medio no es la de informar. Por más que la opinión tenga una parte de ella. La reunión comenzó a las diez de la mañana en una planta del Hotel Tryp. Y confieso que me lo pasé muy bien. Me senté en una esquina de la mesa, a la vera de Roberto Franca. Y al final, cuando la reunión se disolvió, pude quedarme un buen rato charlando con Fernández Chacón y Sergio Moreno. Así que repasamos todo lo ocurrido en la ciudad, durante los últimos meses. Ni que decir tiene que yo no me corté ni un pelo cuando me tocó exponer mis opiniones.

MARTES. 15

Pepe Rincón me llamó días atrás para decirme que Francisco Cubo Barea, educador, quería reunirse conmigo para preguntarme acerca de ciertas cuestiones relativas a la ciudad. Y le dije que no tenía el menor inconveniente. Y, tras darle mi número de teléfono, esperé a que Cubo se pusiera en contacto conmigo. Lo cual ocurrió el lunes. Y, por tanto, quedamos citado en el Hotel Tryp para pegar la hebra. La charla ha sido larga pero amena. Así he podido comprobar que Cubo Barea es un extraordinario conversador. De modo que no me resisto a decir que me lo he pasado en grande. Tan bien que no me importaría repetir la experiencia. El tema del cual hemos hablado concierne a Ceuta. Pero, dado que ha reinado la improvisación, aunque fundamentada en lecturas y vivencias adquiridas en esta tierra, prefiero no hablar del asunto. Mas ello no es óbice para que destaque la inmejorable impresión que he me causado Paco, que es así, por medio del hipocorístico, como prefiero nominarle.

MIÉRCOLES. 16

Se me presenta la oportunidad de hablar con Francisco Antonio González, aunque lo justo, puesto que le estaban esperando. Y deduzco, según su aspecto, que lo suyo está marchando viento en popa. Es decir, que va recuperando la salud a pasos agigantados. Eso sí, me pone al tanto de lo mal que lo pasa en ocasiones con la terapia que requiere su contratiempo. Pero sé positivamente que el diputado está ya a punto de culminar la prueba a que ha sido sometido. De lo cual me alegro infinitamente. Pero lo que siempre me gusta destacar del Pacoantonio político es su capacidad para encajar las críticas que no le son favorables. La última que le hice fue cuando se desataron los comentarios de todo tipo sobre el ‘caso Gordillo’. Y a fe que le zurré la badana sin contemplaciones. Más fue incapaz, como siempre, de recordarme el hecho. Así, es decir, con esa capacidad para soportar los varapalos sin dolerse del castigo ante al opinante, se distingue ante mí.

JUEVES. 17

Recibo una llamada, dos días antes, para invitarme a una comida a la que asistirá Pedro Gordillo. Y digo que sí, inmediatamente. El sitio elegido es ‘El Mesón de la Dehesa’. Y con más vera me presento puntualmente en el establecimiento. Pues es lugar donde siempre me atienden como mandan los cánones. Diez somos las personas que compartimos mesa y mantel con quien hasta hace nada era todopoderoso político en la ciudad. Y ahora es ninguneado por quienes se jactaban de ser amigos de él. Pedro, vestido con un jersey verde esperanza, no cesa de emocionarse durante la comida con las pruebas de afecto que va recibiendo por parte de los comensales. Y de su boca no sale una palabra malsonante contra quienes han hecho de Judas contra él. Es más, nos pide mesura a cuantos le rodeamos en un momento tan difícil como el que está viviendo. Aunque no crean que ha dado su caso por resuelto. Pues día llegará, no tardando mucho, en que, cuando la Justicia se pronuncie, él pida las reparaciones adecuadas. Y entonces, sin duda, algunos tendrán que dar la cara. En fin, que la comida resultó emotiva y sirvió para que cada cual opinara sobre lo sucedido.

VIERNES. 18


El miércoles, además de hablar con Pacoantonio, diputado del PP, estuve invitado por unos empresarios cordobeses. Menos mal que esta mañana me he acordado, y lo primero que hago es reflejarlo en estas páginas. Comimos en un local estupendo, con unas vistas extraordinarias, y hablamos de todo lo habido y por haber. En esta ocasión, José Montes de la Rubia vino acompañado de su hijo, para que éste conociera una ciudad de la cual el padre se quedó prendado cuando meses atrás puso los pies en ella, tras muchísimos años sin visitarla. Compañeros de mesa fueron María Teresa González, arquitecta, y Luis Parrilla. Que parece haber nacido en esta ciudad, dado el conocimiento que tiene de ella. Lo cual le permite, sin olvidar que es un tipo excelente, acaparar amistades y relaciones a tutiplén. Durante la comida, como hemos hecho en otras ocasiones, recordamos la Córdoba de otrora y la actual. Y luego nos dedicamos a destacar lo que más nos gusta de esta tierra.

SÁBADO. 19


Hallo a Mohammed Haddu, ‘Musa’ en la calle. Y me paro con él. Y, como siempre que eso ocurre, trabamos conversación. Y el hombre de IU en Ceuta, liberado ya de su pacto con la UDCE, liderada por Mohamed Alí, me dice que es imperdonable el trato dispensado por Juan Luis Aróstegui a José Fernández Chacón. Y yo, entonces, no tengo el menor inconveniente en decirle a Musa que todo se debe a un ataque de cuernos del indecible muchacho del PSPC. Porque no cabe la menor duda de que Alí lo ha hecho corniveleto, astifino y muy peligroso para el juego. Por favor, no se me desmadren ni piensen mal. Lo de los cuernos, en sentido figurado, es por haber aceptado Mohamed Alí el ofrecimiento de José Antonio Carracao, secretario general de los socialistas de Ceuta, para que participe en ese juego político en el que el hombre del PSPC había depositado toda su confianza para tratar de conseguir un escaño de diputado local. Y anda que se sube por las paredes. Y lo ha ido a pagar con el de siempre: con el Delegado del Gobierno. Y así se le ve a la legua, entre otras muchas cosas, que padece de un localismo cateto, donde cabe la fobia contra el peninsular por sistema. Y esa enfermedad sí que es grave. Oído al parche...
 

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