El cuarte de artillería ‘Teniente Fuentes Pila’ volvió a
acoger una toma de mando. En esta ocasión se trataba del
relevo al frente del RAMIX-30, donde el Coronel José Juan
Valencia González Anleo, cedía su puesto como Jefe del
Regimiento Mixto de Artillería número 30, al Coronel Luis
Navas Aguilar. El acto fue de los más emotivos que se
recuerdan porque el Coronel saliente ha dejado una profunda
huella entre sus soldados. Pero también es cierto que el
Coronel entrante viene con una gran preparación tanto a
nivel de formación como en experiencia en misiones fuera de
España como la extinta Yugoslavia o la conflictiva Kosovo.
El regimiento mixto de Artillería RAMIX-30 ya tiene nuevo
jefe. Desde ayer, el coronel, Luis Navas Aguilar, dirigirá
los destinos de una unidad que en 2010 cumplirá 300 años de
historia.
El acto comenzó a las 10:00 horas en el acuertelamiento
‘Teniente Fuentes Pila’ donde la tropa formó para rendir
honores a los Coroneles bajo la atenta mirada del Comandante
de Ceuta, Vidal de Loño.
El protocolo comenzó cuando el Comandante General fue
recibido por los coronoles entrante y saliente, sin honores.
Aquí es donde González Anleo le entregó el bastón de mando a
Navas Aguilar.
Luego tuvo lugar el acto de juramento y de promesa del cargo
donde se procedió a la lectura de la Resolución del
Nombramiento por el Teniente Coronel Jefe de la PLMM del
RAMIX 30. Tras ordenar “sobre el hombro”, la autoridad que
presidió el acto, Vidal de Loño, pronunció la fórmula de
toma de posesión.
Los actos protocolarios, que no son pocos en estos eventos,
continuaron con las novedades que tanto los coroneles
entrante y saliente, facilitan al Comandante.
El estandarte también juega un papel importante y se hace
entrega con todos los honores. Al toque de un punto largo el
estandarte, escoltado por el Capitán Ayudante, se desplazó
hasta un punto centrado de la formación.
Tras el saludo reglamentario, el Coronel saliente se hizo
cargo del estandarte que cedió al entrante. Luego, González
Anleo, lo besó en señal de despedida y regresó a su puesto,
igual que el coronel Navas Aguilar, que asumió el
protagonismo con una emotiva alocución. En la misma aseguró
que “estoy agradecido a los que han intervenido en mi
designación para el mando de este Regimiento. Lo considero
un privilegio y un honor, y llego aquí con la ilusión
intacta y dispuesto a seguir sirviendo a España con todo mi
empeño”.
Navas Aguilar continuó su discurso acordándose de sus
antiguos jefes y de sus compañeros de la 37 promoción de la
Academia General Militar (A.G.M.). A continuación habló de
sus ideas e intenciones cuando manifestó que “debemos
alcanzar el mayor grado de adiestramiento que nos permita
defender la paz y la libertad, mediante la disuasión. Como
dice el lema de la A.G.M., si quieres la paz, prepara la
guerra. Y eso lo debéis hacer demostrando que sois tan
buenos soldados y combatientes como los mejores. Eso se
demuestra con la preparación física, la instrucción en todos
los aspectos, incluyendo el conocimiento del inglés tan
necesario en las operaciones en el exterior”. Tras el
discurso vinieron los vivas al Rey, a España y al Ejército.
El acto concluyó con un desfile en el patio de armas.
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