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sucesos - VIERNES, 18 DE DICIEMBRE DE 2009


comandancia de la guardia civil. archivo

tribunales
 

Juzgarán a un alférez de la Guardia Civil por acoso y denuncias falsas

El auto dictado obliga al oficial a depositar
300.000 euros de fianza para garantizar responsabilidades pecuniarias y el fiscal, en su escrito de acusación, solicitó 15 meses de prisión
 

CEUTA
Antonio Gómez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El ahora teniente de la Guardia Civil, F.L.G.N. será procesado por hechos que revisten los caracteres de un delito contra la integridad moral y de dos delitos de acusación y denuncia falsa que infligió contra un guardia en la Comandancia de Ceuta durante seis años, según el escrito que formuló, en su día la fiscalía

El juez Romero Jiménez, titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 4 de los de Ceuta ha dictado auto de procesamiento contra F.L.G.N., ahora teniente de la Guardia Civil, por haber cometido hechos que, para el magistrado, constituyen visos de los delitos, uno de acoso (contra la integridad moral) y dos de acusación y denuncia falsa, lo que son “méritos suficientes para exigir responsabilidad penal al imputado”, señala el juez en su escrito. Por estos hechos, la Fiscalía, en su escrito de acusación solicitaba 15 meses de prisión, mientras que la acusación particular elevaba la petición a cuatro años de privación de libertad.

En los fundamentos jurídicos del auto, el juez respalda la apertura de juicio oral que podría recaer finalmente en la Audiencia Provincial por tratarse de funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, aunque indica que la posibilidad de que recaiga, por reparto, al juzgado de lo Penal que corresponda.

Por su lado, en la parte dispositiva, el juez decreta la libertad por esta causa al imputado hasta la celebración de juicio y expresa textualmente que “para garantizar las responsabilidades de carácter pecuniario que puedan acordarse en este procedimiento requerirá al acusado para que en el plazo de 24 horas presten fianza por la cantidad de 300.000 euros y caso de no prestarla se decrete el embargo de bienes en cantidad bastante para garantizar la cuantía señalada”.

Una resolución en la que no cabe recurso alguno, salvo en lo relativo a la situación personal.

El juez, con este auto, atiende las peticiones de la fiscal Luna Ponce y de la acusación particular que solicitaban la apertura de juicio oral tras sus, respectivos escritos de acusación formulados contra un oficial de la Guardia Civil, el alférez F.L.G.N. -ahora teniente- por un “delito contra la integridad moral” cometido contra un guardia raso de la 2007 Comandancia de Ceuta amen de la indemnización que correspondiera y determine la sala por el “grave e intenso calvario judicial y disciplinario padecido por el agente”, incluso con alguna “denuncia mendaz” (mentirosa) durante un periodo continuado de seis años que llevó finalmente a la baja médica permanente del guardia, víctima de la persecución.

Al margen de lo solicitado en su momento por la acusación particular, la fiscal es categórica en su acusación y en su relato de hechos indica que el entonces alférez estuvo movido “por el deseo de venganza” y por el de “ocasionar un grave daño tanto al guardia en su imagen, honor, moral y buen nombre, como al Instituto Armado”.

Antecedentes

En el histórico de los acontecimientos la fiscal refleja en su escrito el primer hecho que desembocó en la actuación del alférez, que, incluso, le acarreó una sanción disciplinaria de un año de suspensión de empleo. Todo se inició un 12 de marzo de 2001 cuando el guardia raso (víctima del posterior acoso) elevó a sus superiores un escrito donde se ponía en su conocimiento un proceder y manifestaciones irregulares del alférez G.N.

La representante del Destacamento de la Fiscalía de Ceuta, encargada del caso, relata este antecedente para proseguir con los detalles de los acontecimientos sufridos por el guardia que tuvo la ‘osadía’ de denunciar al oficial por un acto “contrario a la disciplina de la Guardia Civil”. En este sentido, la miembro del Ministerio Público, indica que el alférez “movido por el deseo de venganza, así como de ocasionar un grave daño a la integridad moral, honor, imagen y buen nombre tanto del guardia civil como a la Benemérita, interpuso el día 17 de abril de 2001 denuncia mendaz (mentirosa), por un supuesto delito de torturas cometido por el guardia y su compañero con ocasión de la detención de un ciudadano marroquí el día 14 de abril”. Denuncia que determinó la incoación de unas Diligencias Previas que fueron “sobreseidas y archivadas”.

Con todo una retahíla de denuncias del alférez, que motivaba las constantes defensas del guardia civil, provocaron una enfermedad de carácter síquico en éste, que “como consecuencia del grave e intenso calvario judicial y disciplinario padecido por el guardia civil, éste se encuentra actualmente de baja permanente.
 

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