El ahora teniente de la Guardia Civil, F.L.G.N. será
procesado por hechos que revisten los caracteres de un
delito contra la integridad moral y de dos delitos de
acusación y denuncia falsa que infligió contra un guardia en
la Comandancia de Ceuta durante seis años, según el escrito
que formuló, en su día la fiscalía
El juez Romero Jiménez, titular del juzgado de primera
instancia e instrucción número 4 de los de Ceuta ha dictado
auto de procesamiento contra F.L.G.N., ahora teniente de la
Guardia Civil, por haber cometido hechos que, para el
magistrado, constituyen visos de los delitos, uno de acoso
(contra la integridad moral) y dos de acusación y denuncia
falsa, lo que son “méritos suficientes para exigir
responsabilidad penal al imputado”, señala el juez en su
escrito. Por estos hechos, la Fiscalía, en su escrito de
acusación solicitaba 15 meses de prisión, mientras que la
acusación particular elevaba la petición a cuatro años de
privación de libertad.
En los fundamentos jurídicos del auto, el juez respalda la
apertura de juicio oral que podría recaer finalmente en la
Audiencia Provincial por tratarse de funcionarios de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, aunque indica que
la posibilidad de que recaiga, por reparto, al juzgado de lo
Penal que corresponda.
Por su lado, en la parte dispositiva, el juez decreta la
libertad por esta causa al imputado hasta la celebración de
juicio y expresa textualmente que “para garantizar las
responsabilidades de carácter pecuniario que puedan
acordarse en este procedimiento requerirá al acusado para
que en el plazo de 24 horas presten fianza por la cantidad
de 300.000 euros y caso de no prestarla se decrete el
embargo de bienes en cantidad bastante para garantizar la
cuantía señalada”.
Una resolución en la que no cabe recurso alguno, salvo en lo
relativo a la situación personal.
El juez, con este auto, atiende las peticiones de la fiscal
Luna Ponce y de la acusación particular que solicitaban la
apertura de juicio oral tras sus, respectivos escritos de
acusación formulados contra un oficial de la Guardia Civil,
el alférez F.L.G.N. -ahora teniente- por un “delito contra
la integridad moral” cometido contra un guardia raso de la
2007 Comandancia de Ceuta amen de la indemnización que
correspondiera y determine la sala por el “grave e intenso
calvario judicial y disciplinario padecido por el agente”,
incluso con alguna “denuncia mendaz” (mentirosa) durante un
periodo continuado de seis años que llevó finalmente a la
baja médica permanente del guardia, víctima de la
persecución.
Al margen de lo solicitado en su momento por la acusación
particular, la fiscal es categórica en su acusación y en su
relato de hechos indica que el entonces alférez estuvo
movido “por el deseo de venganza” y por el de “ocasionar un
grave daño tanto al guardia en su imagen, honor, moral y
buen nombre, como al Instituto Armado”.
Antecedentes
En el histórico de los acontecimientos la fiscal refleja en
su escrito el primer hecho que desembocó en la actuación del
alférez, que, incluso, le acarreó una sanción disciplinaria
de un año de suspensión de empleo. Todo se inició un 12 de
marzo de 2001 cuando el guardia raso (víctima del posterior
acoso) elevó a sus superiores un escrito donde se ponía en
su conocimiento un proceder y manifestaciones irregulares
del alférez G.N.
La representante del Destacamento de la Fiscalía de Ceuta,
encargada del caso, relata este antecedente para proseguir
con los detalles de los acontecimientos sufridos por el
guardia que tuvo la ‘osadía’ de denunciar al oficial por un
acto “contrario a la disciplina de la Guardia Civil”. En
este sentido, la miembro del Ministerio Público, indica que
el alférez “movido por el deseo de venganza, así como de
ocasionar un grave daño a la integridad moral, honor, imagen
y buen nombre tanto del guardia civil como a la Benemérita,
interpuso el día 17 de abril de 2001 denuncia mendaz
(mentirosa), por un supuesto delito de torturas cometido por
el guardia y su compañero con ocasión de la detención de un
ciudadano marroquí el día 14 de abril”. Denuncia que
determinó la incoación de unas Diligencias Previas que
fueron “sobreseidas y archivadas”.
Con todo una retahíla de denuncias del alférez, que motivaba
las constantes defensas del guardia civil, provocaron una
enfermedad de carácter síquico en éste, que “como
consecuencia del grave e intenso calvario judicial y
disciplinario padecido por el guardia civil, éste se
encuentra actualmente de baja permanente.
|