A lo largo de los últimos tiempos,
cada poco, nos hemos encontrado con que se quería ver un
punto de arranque para el progreso y la superación de
nuestra ciudad, compitiendo con el resto de las autonomías.
Era muy bonito hablar de Ceuta Ciudad Turística, y resulta
que el turismo que vino, regularmente y con subvenciones
para los viajes, no aportó a la Ciudad nada más que la
imagen de unos cuantos visitantes, de zonas no demasiado
lejanas y que apenas dejaban un euro aquí.
Se apostó y se seguirá apostando por ser “parada
obligatoria” de cruceros y, poco a poco, los visitantes de
esos cruceros, bien porque en algunos lugares los sablearon,
o porque el día que llegaba el crucero era día de cierre,
dejaron de ser la imagen del turista de dinero y se
convertían en los visitantes con una excelente máquina de
fotos, que recorrían, si acaso, el centro de la Ciudad y que
se volvían a marchar sin haber tomado un simple café.
No quedaba más remedio que abrir otra expectativa y se
recurrió al “Ceuta Ciudad de Compras”, podría haber sido la
personalidad auténtica de la Ciudad, pero con otros tipos de
comerciantes, porque resulta que cuando va a llegar la
afluencia masiva, más de Marruecos que de la propia
Península, los comercios están cerrados y ya puede venir el
lucero del alba a comprar, que no hay quien venda unos
calcetines o un kilo de limones.
Ahora, a ver si ha dado en el clavo Fernández Chacón,
delegado del Gobierno en Ceuta, que pone su mirada en el
Puerto como ese futuro gran “yacimiento de empleo” para
Ceuta.
Me parece una apreciación muy acertada y espero que, desde
ahora, y que sea de verdad, el Puerto empiece a ser el
verdadero pulmón de la economía de Ceuta y en Ceuta.
¿Por qué lo ha dejado de ser, si es que lo fue en otros
tiempos?. Es algo inexplicable recordar que hace treinta
años no había un atraque vacío, toda la bahía estaba plagada
de barcos, esperando poder entrar, y ahora, cuando más hay,
son tres o cuatro barcos atracados, incluido alguno de los
que hacen la ruta hacia Algeciras.
Y no es que las instalaciones no hayan mejorado, porque hoy
el puerto de Ceuta es un puerto moderno, atractivo y ...
dicen que con futuro, lo malo es que, de momento, no tiene
demasiado presente.
La apuesta de Fernández Chacón por el puerto tiene como
base, especialmente, que sirva para atenuar, reducir, aunque
nunca eliminar, el tremendo paro que, también, existe en
Ceuta.
Y es que el paro, ahora sí, se ha convertido en la tara más
peligrosa que aqueja a la sociedad, tara de la que Ceuta no
iba a estar liberada.
Ver que a día 31 de diciembre de 2009, el paro en España
habrá saltado y mucho de los cuatro millones de personas,
digan lo que digan los datos oficiales, empieza a poner
carne de gallina al Gobierno del país y por ende a todas sus
dependencias, incluidas las Delegaciones del Gobierno.
También en Ceuta.
Ceuta, y quien diga lo contrario es un mentiroso o un
cretino, no tiene muchos campos de donde poder tirar para
paliar, especialmente, la situación actual, que se vive
aquí, como se vive en todo el territorio nacional. Por ello,
que sea el delegado del Gobierno el que se vuelva hacia el
Puerto, merece, cuando menos, valorar su preocupación y
valorar el interés que, también, él viene mostrando. Luego,
ya veremos lo que puede suceder.
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