El pasado domingo, en Cataluña, se
llevó a cabo la mascarada de la consulta independentista,
propiciada por las nacionalistas. O sea los mismos de
siempre, diciendo lo mismo de siempre y haciendo el ridículo
de siempre, en una nueva payasada, con perdón de los
payasos, que les valió para obtener una baja participación
que, según dicen los entendidos y no participantes en esa
mascarada, llegó al 29 %.
Haciendo cuenta, si las matemáticas no mienten, de los
700.000 mil posibles votantes, sólo depositaron sus votos en
las urnas 17.500. Todo un record de participación que ha
llegado a poner en boca de los nacionalistas
independentistas o sea de los aldeanos con las gorras
caladas hasta las cejas, que ha sido todo un éxito. ¡Pedazo
de éxito el que habéis conseguido!.
Cómo será ese gran éxito conseguido, en la consulta
efectuada, que si yo llego a tener esa enrome cantidad de
votos, 17.500, a estas horas soy el presidente de España.
Oiga amigo guardia, esa enorme cantidad de votos, no hay en
el mundo mundial, quien sea capaz de conseguirla en ninguna
votación. Por ese éxito conseguido, sin precedente en
votación alguna, nada de extrañar las declaraciones
realizadas por Convergéncia al decir que empieza “un nuevo
ciclo en torno al derecho a decidir”. Frase esta a la que
Esquerra, asegura que “es ya intrascendente la sentencia del
TC”. Los dos mejores chistes que se ha contado en esta
fiesta de las payasadas.
Desde luego Alfonso Paso y Vizcaíno Casas, de vivir, uniendo
sus incuestionables talentos y su extraordinario humor,
hubiesen tenido el mejor tema para escribir la obra maestras
de sus vidas.
Una obra que bien hubiese podido llevar al cine, el maestro
Berlanga, con la participación de actores de la talla de
Tony Leblanc, Manolo Gómez Bur, Pajares y Esteso. No tengo
la menor duda de que esta hubiese sido la obra maestra de
sus vidas. Una joya literaria y una obra maestra del cine
español.
Desde mí particular personal e intransferible punto de vista
y dada la diferencia existente entre mí persona, y estos
grades maestros del humor y del cine. Hubiese empezado la
película en un circo, con un señor en la puerta, micrófono
en la mano, diciendo “Pasen, señores pasen, a depositar sus
votos, lo mismo da que tengan dieciséis años, que sean
inmigrantes o que vengan en coche o en moto” Para continuar
diciendo:”Vayan de prisa para recoger sus sobre con sus
votos, antes de quedarse sin sitio para presenciar este gran
espectáculo, que estamos ofreciendo en 190 municipios”.
Y para influir todo el ánimo del mundo, a los presentes,
alzando aún más la voz, si ello era posible, gritara pleno
pulmón:”¡¡Que alegría, que alboroto, ya tenemos cinco
votos!!.
Ni te cuento, serrana del alma mía, como se volcaría el
personal asistente al espectáculo, al escuchar la enorme
cantidad de votos que ya se habían depositado en las urnas,
corriendo para no quedare sin depositar el suyo perdiéndose,
con ello, su aportación a tan maravillosa payasada.
Decía la sabia de mí abuela: “aunque la mona se vista de
seda, mona se queda”. Y los aldeanos siguen con la boina
calada hasta las cejas.
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