He leido el articulo de Manolo De
La Torre, compañero de columna del Pueblo, sobre una visita
que hizo con Milosevic, en visperas de un partido del Cádiz
en Ceuta, y me ha traído varios recuerdos de cuando Arjan
Lalwani, era presidente de la Agrupación Deportiva Ceuta.
Arjan propietario de los Almacenes Tokyo, empresa donde
trabajaba mi padre y yo iba a echar una mano,para de paso
aprender el oficio, me quedaba embelesado de ver a los
futbolistas de la época , acercarse a la tienda grande de
Tokyo, si era la hora de la merienda, pasaba al Super Tokyo,
y de camino contemplar a los jugadores, que había aplaudido
más que abuchear, un domingo por la tarde, en el cesped del
Murube. El futbol me ha apasionado, y el bazar lo he mamado
desde los catorce años.
El engarce de la historia que contaba Manolo De la Torre,
sobre aquellos tiempos del bazar, esas calles repletas de
paraguayos, esas tiendas de bote en bote, hacen el esplendor
de un pasado caballa. Ni que decir tiene de ese Ceuta, que
recién descendido de Segunda-A donde la afición estaba
calentita y necesitaba un futbol, de un paseo por la
Segunda-B. Ganandose brillantemente el III Trofeo Ciudad de
Ceuta, frente los equipos Sporting de Gijón con ese equipo
que quedó en tercer lugar en la Liga, y el Puebla de
México,donde acababan de fichar el ex-madridista Pirri y el
barcelonista Asensi.
Dragoljub Milosevic, se convirtió en un mito en el Cádiz, al
ascender en la temporada 80/81, a Primera División en campo
del Elche, equipo ilicitano entrenado por Evaristo Carrió.
En Primera Milosevic, era un matagigantes, por ganar a todos
los grandes, Barcelona, Real Madrid, R.Sociedad, a la postre
Campeón, Ath.Bilbao, y At.Madrid, acuñó el mito de Submarino
Amarillo.
Y fué el que mejor entendió a Jorge Mágico González.
Paradojas de la vida, en la 81/82, el sorteo de Copa del
Rey, trae un Cádiz-Ceuta, el equipo caballa pierde por dos a
uno, acortó distancias, Luis de penalty y Miguel Gil, casi
se adelanta en el marcador, salvando el central India bajo
palos, cuando el portero Catalán estaba de estatua.
A la vuelta, el Cádiz traía sus mejores galas, con Juan
José, Dieguito, Choquet, los hermanos Mejías, Bocoya de
portero, Escobar y los extranjeros Gallis y Pivarnic.
El Ceuta, hizo un cambio táctico, mover los laterales,
Ferreira y Cherino, poner de interior a Lolo, pasar de medio
centro a Sabater con Villalba, y Luis por la izquierda, en
punta el argentino Ortiz y el gallego Paco. Nada más empezar
el Ceuta se adelanta por medio de Luis, a disparos de Paco y
Ortiz, Lolo hizo el partido de su vida, por la banda
derecha, en la segunda parte, el cambio de Peña por un
cansado Ortiz, trajo sus frutos, una salida en tromba del
futbolista cedido por el Betis, trajo una meleé en el área
gaditana, que hizo salir en falso a Bocoya, Ferreira centró
para que Paco, a puerta vacía rematara de cabeza al fondo de
las mallas, cabe recordar que antes los goles marcados
fuera, no valían doble. Esos partidos cuyos goles, se
escuchaban en los rincones de esta bendita tierra, hacían
afición, había un ambiente de euforia por las calles
caballas, y trajo hasta un nuevo ídolo para la afición, la
titularidad de Pedro Clavijo en la portería, por Jesús
Hierro, portero que venía del Rayo Vallecano. De esos
recuerdos , esas pasiones, de los tiempos del bazar, pasamos
a una ciudad dormitorio, mal nos pese reconocerlo, donde
funcionarios, policias, maestros, militares, y gente de
poder, salen con el trolly pitando , los viernes al mediodia,
y nos quedamos los mismos de siempre,.
Del pasado año, Manolo, me quedo con la frase del cartón de
puleva, y los polvorones, porque todos los bares estaban
cerrados, no echarle solo la culpa al comercio, se firmó el
convenio, con los puntos a tratar, el que nunca tiene
acuerdo, el de cerrar por la tarde, en la semana de Feria,
como Málaga y Sevilla, dicen que eso no, entonces, para que
tomar como ejemplo, del resto del territorio nacional.
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