sociedad - MIÉRCOLES, 16 DE DICIEMBRE DE 2009

CEUTA
José García
ceuta@elpueblodeceuta.com

La tripulación del ‘Rhone’ presentará hoy una demanda civil ante el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Ceuta para exigir al armador de registro del barco, ‘Yupi Kredit Financial’, el pago de los salarios que llevan sin cobrar desde hace meses, lo que se eleva a una cantidad de 223.000 dólares (153.621 euros) para los quince marineros.

Los abogados de la Federación Internacional de Transportes (ITF), en nombre de los quince tripulantes del barco quimiquero Rhone que permanece fondeado en aguas de Ceuta desde el pasado 13 de septiembre, presentarán hoy ante los juzgados de la Ciudad Autónoma la demanda contra el armador de registro del buque por impago de sus salarios, al tiempo que pedirán a la justicia ceutí el embargo preventivo de la embarcación.

La tripulación de este barco de bandera turca exige al banco propietario del buque, Yupi Kredit Financial, un total de 223.000 dólares (153.621 euros) por los salarios que se le adeudan desde hace meses. El armador inicial del buque quimiquero era la compañía Ortak Denicilik, que adquirió el barco por sistema de leasing, pero perdió su propiedad al no poder hacer frente a la deuda.

El coordinador en España de la ITF, José Manuel Ortega, explicó ayer a EL PUEBLO que la demanda civil sería presentada a mediodía de hoy en el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Ceuta, que es el que suele entender en la ciudad los asuntos mercantiles y ha asumido anteriores embargos.

Ortega prosiguió explicando que no se presentaría una demanda por lo Social por temor a que el juzgado se inhiba, ya que al tratarse de un buque de bandera y de tripulación turca la legislación laboral que resulta de aplicación es la del país otomano.

Junto al reintegro de los salarios impagados, la demanda que se presentará hoy exigirá también el embargo preventivo del barco. La inmovilización del buque requiere el pago de una fianza que será fijada por el juzgado y que asumirá la ITF con la expectativa de que no resulte demasiado elevada.

Desde la ITF se manifestó también la esperanza de que la demanda se∫a admitida a trámite antes de las fiestas de Navidad, aunque advirtieron que la decisión de ejecutar el auto de embargo depende en exclusiva de los tribunales ceutíes.

De los quince marineros que llegaron en el barco quimiquero, sólo diez tripulantes permanecen a bordo, pues el resto, con el capitán a la cabeza, decidieron regresar a casa por sus propios medios hace algunas semanas.

Como informó EL PUEBLO la semana pasada, la intención del Gobierno turco es ahora repatriar a seis de los tripulantes que parmenecen a bordo y mantener en el barco a los otros cuatro para salvaguardar su seguridad.

Sin embargo, las gestiones con la embajada turca van a un ritmo más lento que el procedimiento judicial, mientras se acerca la Navidad.
 

“Quienes se queden en el barco deben ser relevados lo antes posible”

Los responsables de la Federación Internacional de Transportes (ITF) siguen luchando contra la parsimonia que parece mostrar la embajada turca ante la situación de la tripulación del barco quimiquero amarrado en el puerto de Ceuta. “Todavía estamos esperando a que la embajada clarifique si concreta la reserva de los billetes para que puedan regresar a Turquía y en qué fecha se producirá la repatriación”, apuntó el coordinador en España de la ITF, José Manuel Ortega. Esta circunstancia se produce a pesar de que las negociaciones entre la ITF y el sindicato y el Ministerio turco se hallan bastante avanzadas y que el Gobierno otomano ya ha tomado la decisión de repatriar sólo a seis de los diez tripulantes que quedan en el barco, mientras se mantiene un retén formado por dos subalternos, un oficial de máquina y otro de cubierta. Sin embargo, tal y como recordó Ortega, estos cuatro trabajadores de la mar también llevan más de tres meses parados en el puerto de Ceuta, un lapso en el que han debido ser auxiliados por la UGT, Cruz Blanca y la Cruz Roja, hasta que el armador se dignó a enviar combustible para poder dar electricidad al buque y mil euros para que la tripulación pudiera proveerse de víveres. “Queremos que los cuatro tripulantes que permanecen en el barco sean relevados cuanto antes”, expresó el inspector y coordinador nacional de la ITF. La situación de quienes deban permanecer en el buque para vigilar por su seguridad podría acabar de resultar rematadamente precaria, dado que todavía no se ha producido el pago de los salarios adeudados y de que ya ha finalizado el contrato que tenían suscritos con el armador. La necesidad de mantener un retén para la vigilancia del barco ha sido siempre una reclamación de la Capitanía Marítima de Ceuta, que se ve en la tesitura de quedarse por mucho tiempo con un barco amarrado en el puerto con mercancía química, concretamente lignosulfato de sodio. Pero la ITF dice que ello compete al armador.