Oiga, no es por nada, pero cuesta
un ojo de la cara y el otro también esto de ser bueno o
tratar de serlo durante la fiestas navideñas, tal como me
había prometido a mi mismo. Que conste, en acta, que he
puesto todo de mi parte para serlo, pero los sucesos
acaecidos me están desbordando. Vamos, en una palabra, me
están desbordando, hasta el punto que me estoy pensando
volver a las andadas, y por muchas fiestas navideñas que
sean, dejar la bondad para otra ocasión.
De momento, y en un alarde de de facultades mentales, voy a
ver cómo me resultan algunas de las canciones que no acierto
a comprender el significado de sus letras.
Por ejemplo el villancico más cantado, por todos nosotros
es, sin lugar a dudas, ese que dice: “Pero mira como beben
los peces en el río. Y beben y beben y vuelven a beber, los
peces en el río por ver a Dios nacer”. Y digo yo, cómo es
posible qué, con tanto como beben los peces en los ríos,
haya agua en los mismo. Con tanto beber, lo más lógico, es
que estuviesen más seco que una mojama.
Eso en cuanto a los villancicos. Pero dónde me dejan ustedes
algunas canciones, muy populares, interpretadas por grandes
artistas del mundo del espectáculo, algunos antiguos y otros
cantantes de mucha actualidad. Me explico.
Karina, cundo canta” Buscando en el baúl de los recuerdos…”.
Qué pasa qué los recuerdos ya no están en la mente, los
tenemos metidos en un baúl. Ni te cuento, serrana del alma,
el fondo que tiene que tener el dichoso baúl, para poder
meter en él todos los recuerdos de nuestras vidas.
O lo que cantaba mi admirado y pedazo de cantaor, Rafael
Farina. Antes de decir la canción me van a permitir añadir
que este extraordinario cantaor gitano tenia una voz con una
potencia enorme que le permitía, en todos sus espectáculos,
dejar el micro y cantar a capela una par de fandangos que
levantaban al público de sus asientos.
Tenía una canción en la que decía:” vino amargo es el que
bebo, por culpa de una mujer”. Hombre, el vino es un buen
remedio para el asunto ese en que la mujer que tú quieres,
te abandona o te dice que nones.
El vino es el mejor antídoto para olvidar el mal de amores.
Pero ya que vas a dedicarte a beber, por qué tienes que
beber vino amargo, cuando hay vinos dulces, que te quitan
las “tapaeras del sentíos”. Y encima, vas y dice: “que
amargue, que amargue, para quererla más”. Pues hijo, qué
quieres qué te diga, que hay que tener ganas de beber.
En plan más moderno, tenemos la canción de José Luis
Perales. Un cantautor que si no te deja dormido al menos,
sus canciones, te hacen dar una cabezada. Va le tío y dice
¿y quién es él?. Eso no lo pregunta ni el que asó la manteca
colorá. Cómo te lo va a decir. Y para rematar la faena,
insiste y le preguntas ¿a qué dedica su tiempo libre?. Tío
es que tienes unas preguntas absurdas. A qué crees que
dedica su tiempo libre. No eres más tonto porque no
entrenas. Oiga, esto es una chorrada pero, un día más sigo
siendo bueno. El trabajo que cuesta ser bueno en navidades.
|