Con la oposición de todos, los de
la oposición, pero con el voto a favor del PP, los
presupuestos para 2010 serán aprobados, eso está claro.
Sin embargo, hay algo que yo sigo sin tener claro y es que
con una orientación similar, en años precedentes, al final,
se llegaba a un acuerdo y los presupuestos de la Ciudad
salían adelante con el voto favorable de todos, o por lo
menos con el del PP y el del grupo mayoritario de los que
están en la oposición, el pasado año también con el del
PSOE.
La no aprobación por parte de la UDCE la interpretábamos
ayer, en otra parte de este mismo medio, como una
estratagema de la propia UDCE influenciada por “un amigo”,
político, de ese grupo, como es Aróstegui.
Eso, sin embargo, no nos puede servir para el PSOE, que ni
por situación, ni por tradición, ha estado, últimamente, muy
hermanado con Aróstegui, especialmente, cuando éste, sin
tener posibilidades de sacar nada, siempre se ha presentado
a cualquier tipo de elecciones, actuando “como un topo” del
mismísimo PP.
Volviendo a lo nuestro, los socialistas dicen que no quieren
negociar el apoyo de los presupuestos del equipo de Juan
Vivas, porque los consideran “una farsa que no atiende a las
necesidades reales”. Es su opinión, y como tal la
manifiestan, pero las mayorías aplastantes, y el PP en Ceuta
tiene una mayoría muy grande, le dan un verdadero “cheque al
portador” al grupo que las tiene, por lo que con PSOE o sin
él, con UDCE o sin Aróstegui, los presupuestos van a salir
adelante, sin más.
Algo nuevo, pues, aparece cuando las elecciones quedan más
cerca y es que desde los grupos de la oposición, y es su
labor también, tratarán de desgastar por todos los flancos
al Gobierno, lo primero para evitar esas aplastantes
mayorías, en segundo lugar para ellos aumentar sus “rentas”,
y muy de lejos, pensando en que algún día el PP de Juan
Vivas en Ceuta dejará de actuar como una apisonadora,
durante las elecciones, y las posturas se irán equilibrando.
Mirando bien hacia las decisiones del PSOE para no dar su
visto bueno a los presupuestos de 2010, uno no encuentra una
razón clara, tajante y una alternativa que ellos
propondrían. Buscando y rebuscando lo que sí encontramos son
muchas palabras huecas, que cabrían en cualquier pare, hasta
en algún capítulo del Quijote: “hemos decidido no presentar
enmiendas ni alegaciones, porque eso significaría reconocer
que el documento tiene un cierto soporte al que sólo le
faltaría enriquecerlo con algunas ideas”. Bla, bla, bla ...
sin nada que aportar.
Sí pueden tener razón, pero explicándolo más y mejor, con
ejemplos claros, cuando dicen:”los presupuestos se guardan
en el cajón y no se llevan a la práctica. Por eso no vamos a
participar de esta farsa. Los socialistas no estamos
dispuestos a negociar nuestro voto porque el documento no
corresponde a lo que los ciudadanos necesitan. Continuamente
se añaden modificaciones pero las nuestras no se tienen en
cuenta”. Aquí sí pueden tener una base, pero habría que
aclarar el modo, el cuando y el donde.
Y en lo que yo no puedo estar de acuerdo es:” en el anterior
ejercicio mereció la pena aprobarlo. Aquello lo hicimos por
responsabilidad política y por el momento que atravesaba el
país”. El mismo que atraviesa hoy, podemos decir socialistas
y no socialistas.
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