Llevaba unos días la prensa un tanto aburrida, y es que no
podía ser de otra forma, cuando hay cuatro días seguidos en
los que los organismos oficiales, los comercios y toda la
actividad que da o proporciona noticias, habían estado de
descanso.
En días así, prácticamente, no apetece ni siquiera leer la
prensa, porque nada de lo que aporta es trascendente, pero,
también, hay que decir que ese parón hace recuperar
actividad a todos y, de nuevo, la prensa, además de
informar, nos puede entretener, que es de lo que se trata.
Inauguración del aparcamiento de la Manzana
Ya era hora y va a ser, no el regalo de Reyes, sino el
aguinaldo que les llega a los ceutíes, aunque ya veremos a
qué precio.
Es bueno que se pueda dar “el primer mordisco” a la
“manzana”, esperemos que sea para bien y que no traiga a
Ceuta, en el futuro, similares problemas a los que trajo
aquella otra “manzana” del Paraíso.
Han sido muchos años, han sido varios proyectos, han sido
varias perspectivas y, al final, lo verdaderamente cierto es
que ya va a aparecer el primer aspecto positivo que serán
esas casi doscientas plazas de aparcamiento, repito que,
veremos a qué precio.
Barato, desde luego no será, porque en tantos años los
gastos han sido muchos y los “pluses” esos de los que se ha
hablado, algún día, es posible que, podremos saber a cuanto
ascendieron, si es que, realmente, en algún momento se
contabiliza todo, desde la primera piedra que se colocó,
para esta gran obra.
Si el Escorial, una gran obra, llegó a terminarse un día, la
Manzana, aunque haya costado mil veces más que el Escorial,
llegará un día que pueda estar a pleno rendimiento, eso sí,
no para instalar en ella un mercado, seguirá siendo la
Manzana, no el lugar acondicionado para expender manzanas.
El próximo viernes, si no cambian los planes, el
aparcamiento empezará a funcionar, con ello aparece no una,
sino dos realidades, la primera que ya se pueda utilizar ese
aparcamiento y además que Amgevicesa será la que lleve las
riendas, naturalmente, con alguien al frente que no estaba
hace tres meses.
Más realidades. El comercio
Una que particularmente me agrada, por ser común a todos los
lugares de compras, y es que el comercio abra los sábados
por la tarde y los domingos, aunque sea sólo en estas
fiestas.
Hace pocos días, yo criticaba la situación del comercio
cerrado durante varios días, algo que ni me explicaba, ni se
lo puede explicar nadie, especialmente cuando la tendencia
comercial, con perdón de los sindicatos, sus convenios y sus
liberados, es dar facilidades a los clientes, en todas
partes.
Aquí parecía y sigue pareciendo todo lo contrario, aunque
desde hoy, hasta el día 10 de enero, tengamos más horas
comerciales, que, obviamente, harán que la caja lo note.
Yo, cuando ciertos sindicatos se aferran a ese “interés” o
“protección”, dicen ellos que, por los empleados, me he
preguntado varias veces ¿Cuándo un establecimiento tiene que
cerrar, por falta de producción, son los sindicatos los que
pagan a ese trabajador que se quedó sin trabajo?.
Dejo esto para otra ocasión, porque ahora la realidad es que
se abrirá, durante varios domingos y sábados por la tarde,
facilitando a los clientes poder comprar cuando mejor puedan
estos hipotéticos clientes.
Policías formados en la Escuela Andaluza
Es otra realidad y, además, agradable para Ceuta, puesto que
juraron ya su cargo seis nuevos agentes, con lo que seis
personas jóvenes, con una buena preparación se unen a la
plantilla que ya había en nuestra Ciudad.
Siempre he dicho que me gusta el orden y que quiero que allí
donde vivo lo haya, además con personas que sepan y quieran
protegerlo.
En Ceuta, me consta, hay unos competentes profesionales, a
los que ahora se unen otros más, recién salidos de la
Escuela Andaluza, y lo mejor que quisiera decir un día
futuro, no muy lejano, es que, especialmente los domingos y
festivos, se ha notado que aumentó la plantilla.
Cantidad hay, calidad también, lo demás deberá venir por
añadidura. Otra realidad, pues, que se anticipa al aguinaldo
del día 24.
La utopía: los políticos se rebajan el sueldo
Si hubiera sido el día 28 de este mes, cualquiera, fuera del
estrato social que fuera, habría dicho:” La inocentada de
este año”.
Sin embargo, parece que no lo es, aunque de ahí a que llegue
a producirse media un abismo.
Yo, viniendo de donde viene, empiezo a ver la mano de
Aróstegui entre las bambalinas, para irse haciendo
propaganda, varios meses, más de un año, antes de las
próximas elecciones.
Y es que, con todos los respetos y desde el aprecio sincero
que le tengo a Mohamed Alí, que es realista cien por cien,
aunque su grupo UDCE plantee reducir un 5% el montante de
las asignaciones que perciben los concejales, esa idea sólo
puede ser engendrada por alguien que no va a tener jamás una
mayoría para gobernar, que no va a poder sacar eso adelante
nunca, con lo que sólo Aróstegui puede ser el embaucador de
proposiciones de este tipo, porque él no tendrá que dar la
cara para llevarlo a cabo y siempre podrá decir: “la mayoría
no me lo quiso aprobar”.
UDCE, con todo, ha jugado bien su papel como primer grupo de
la oposición, al dar a conocer entre las alegaciones a los
Presupuestos de la Ciudad, reducir el 5% de esas
asignaciones para crear una Oficina Antifraude. La teoría es
perfecta, la puesta en funcionamiento ya lo veremos, aunque
sería el gran escaparate para “revalorar la imagen de los
políticos”.
La argumentación, también, es ejemplar, pero ¿Es que ha
variado en algo la dirección de los presupuestos de este año
respecto a años anteriores?. Y mucho me temo que si ahora se
ve, desde UDCE, el endeudamiento del Ayuntamiento, con los
del año pasado, también, se vería y, entonces, Mohamed Alí
sí los votó favorablemente.
Para mí está más que claro, la nueva orientación en este
“apoyo sí, apoyo no”, viene propiciada por “las nuevas
amistades” con lo que el NO a todo lo tendremos hasta en la
sopa, si un día, Dios no lo quiera, vuelve Aróstegui a ser
concejal.
Claro que dentro de lo malo, eso llega a divertir, y creo
que no sería peor el “NO CONSTANTE DE ARÓSTEGUI” que el “TO
PA MÍ” de otros que ya no están.
No hace falta ser un lince para ver aquí la utopía, entre
tantas realidades que, de vez en cuando aparecen.
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