Los dos edificios del Conservatorio serán, tras el
aparcamiento subterráneo, los primeros de los que disfruten
los ceutíes de la parte pública de La Manzana del Revellín.
Según las previsiones de la entidad gestora del proyecto,
Procesa, las obras de este centro educativo se entregarán el
próximo mes de enero.
El último paso del proceso que culminará con la apertura del
Conservatorio ha sido la encomienda de gestión a Emvicesa de
la dotación del mobiliario. Buena parte del mismo es diseño
del autor del proyecto de La Manzana, el arquitecto
portugués Álvaro Siza, que ha ideado y supervisado los
acabados de todo tipo de detalles, desde la instalación del
sistema de aire acondicionado, oculto a la vista, hasta los
pasamanos de las escaleras, las luminarias o los zócalos, de
piedra natural. El revestimiento inferior de las paredes, de
mármol ‘crema oro’ procede de una pequeña cantera murciana y
es, según explicó Siza en su última visita de obra, escaso y
muy especial.
Por otra parte, el mobiliario que, principalmente por
cuestiones presupuestarias, no ha diseñado él mismo se ha
seleccionado también con esmero. Por ejemplo, la marca
elegida para las sillas del conservatorio, en madera de haya
maciza, es de la famosa marca ‘Jacobsen’, fundada en los
años 50 del pasado siglo por el arquitecto y diseñador
industrial danés Arne Jacobsen.
Tal como ha previsto la consejera de Cultura, Mabel Deu, si
bien no fue sido posible, según se pensó en un principio,
inaugurar el presente curso académico en las nuevas
instalaciones, alumnos y profesores podrán disfrutar de las
mismas a partir de comienzos de 2010.
El programa para la puesta en marcha de los edificios y
espacios públicos del complejo se completará con la apertura
de la plaza central y de las más pequeñas situadas en dos de
los vértices de La Manzana. Finalmente será el turno del
teatro-auditorio, este último, a finales del próximo año.
La plaza central y la de acceso estarán dotadas con fuentes,
que en el caso de la rampa entre Padilla y el Revellín, irá
en el centro y rodeada de árboles y bancos. En otro de los
vértices, el que da al paseo de Colón, Siza proyecta que se
plante un magnolio. La otra fuente irá ubicada junto a los
dos edificios del Conservatorio.
|