Apenas queda una semana para que los ceutíes puedan comenzar
a disfrutar de parte del complejo cultural de La Manzana del
Revellín, en concreto de la primera de sus infraestructuras
que se abrirá al público, el parking subterráneo. Su
inaguración, prevista para el próximo viernes, dotará al
centro de la ciudad de 185 nuevas plazas. El diseño de este
aparcamiento lleva, como el resto de edificios de La
Manzana, el sello de su autor, Álvaro Siza, que lo ha
diseñado al detalle. La gestión de este equipamiento correrá
por cuenta de Amgevicesa, cuyos responsables conocerán este
lunes el funcionamiento de su sistema de acceso y control.
El próximo viernes 18 será el día en que los ceutíes verán
inaugurado un nuevo espacio de aparcamiento público en pleno
corazón de la ciudad. Esta es al menos la fecha prevista
para la entrega de la obra del subterráneo de la Manzana del
Revellín, que dotará al centro urbano de 185 nuevas plazas.
Tal como informaron ayer desde la entidad que gestiona el
proyecto, la sociedad de Fomento Procesa, en estos momentos
se está en la fase de acabados, para proceder en los
próximos días a la limpieza del espacio y su posterior
entrega a la sociedad que será responsable de su
funcionamiento, Aparcamientos Municipales y Gestión Vial de
Ceuta (Amgevicesa).
Una vez realizadas las pruebas eléctricas de las
instalaciones, en estos momentos se trabaja en la
comprobación del sistema de barreras, que el próximo lunes
se mostrará a los responsables de Amgevicesa. La red de
seguridad y control de vehículos se completa con cámaras de
videovigilancia. Como dato curioso, cabe reseñar que, a
diferencia de lo que ocurre por ejemplo en el caso del
último aparcamiento público inaugurado en la ciudad, el de
la plaza de los Reyes, por cuestiones de diseño este no se
ha dotado del sistema de aviso lumínico de plazas libres y
ocupadas (con luces verdes y rojas). El autor del proyecto,
el arquitecto Álvaro Siza, ha cuidado cada detalle de la
obra, y de hecho una de las particularidades que los
usuarios podrán observar en este parking se encuentra en el
techo, que está “acabado”, es decir, que no quedan a la
vista, como suele ser habitual, ni la estructura de hormigón
ni las instalaciones, ocultos por planchas de pladur. Otro
de los detalles del aparcamiento diseñado por Siza es el del
alicatado de las paredes, realizado en material cerámico, en
concreto, a base de piezas de pequeño tamaño que recubren
incluso las superficies curvas de las columnas. Por su
parte, la iluminación se lleva a cabo mediante plafones y el
suelo es de hormigón con resina.
Como retoques que quedan por completar en estos últimos días
de la obra figuran los acabados de la rampa de acceso, que
este aparcamiento público compartirá con el privado de la
calle teniente Muñoz Castellano. Por su parte, la salida,
por Padilla, que es de obra nueva, está terminada.
En esta ocasión y tras la última visita de obra llevada a
cabo el pasado 10 de noviembre por el arquitecto del estudio
de Siza Avelino Silva, no se prevé que a la apertura de esta
primera infraestructura del complejo cultural asista el
autor del proyecto.
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