Mientras discutimos algunos temas
referentes al cambio climático, que se torea en Copenhague
entre turistas de varios países (no puedo decir entre
líderes porque no viene a cuento), uno de los contertulianos
salta con la noticia de que no hay tal cambio climático.
Asegura que lo ha leído en Internet, y se refiere a Bush.
Sí, aquél presidente estadounidense con cerebro a lo
Napoleón.
Bueno, por una vez y sin que sirva de precedente, estoy de
acuerdo en que el cambio climático es un cuento, no chino
precisamente.
A lo largo de la larguísima vida de la Tierra, los cambios
climáticos han estado a la orden de los ciclos espaciales.
Es una especie de ola gigantesca del cosmos. Sube y baja a
voluntad.
En el Casinet, lugar de nuestra cotidiana tertulia, la tele
estaba echando el partido llamado clásico. De vez en cuando
tenía un apagón y pudimos apreciar que el gerente del bar se
desgañitaba con el teléfono y al poco volvía la señal.
Algún que otro cliente se enfadaba con ello.
La señal televisiva volvía a apagarse… otra llamada al
teléfono y de nuevo volvía.
Bartolo, el camarero me dice que su jefe ha pagado 160,50
euro por la señal de Gol TV para que emitan el partido y que
por esos cortes está que trina.
No digamos de los clientes, justo cuando el Cristiano
enfilaba la portería. Se apagaron las luces. Después supimos
que Puyol se había tirado en barrena evitando el disparo del
chulo portugués.
Por primera vez los tertulianos vimos un clásico a plazos.
Si por mí fuera, la emprendería judicialmente contra la
empresa concesionaria de Gol TV
Cuando el Barça metió el gol, aparece delante de mí un
hombre morenísimo de unos sesenta años, mi edad más o menos,
y me habla directamente.
Resulta que era un compañero de trabajo que se había largado
a Dubai en busca de nuevos horizontes y nuevos dineros.
Ha regresado hace poco, escapando de la fuerte crisis
económica que asola el país.
Quedamos para otro día en el que me contará detalles de sus
largos años en aquel diminuto país del Golfo.
El Golfo de las madres de las guerras.
En cuanto a los secuestrados en Mauritania… ¿qué quiere que
les diga?. Me parece muy inocente que nuestros gobernantes
crean todo lo que les cuenta Al-Qaeda a través de Internet.
Pero lo mejor es “no meneallo”
Al-Qaeda, para mí, es un invento de la clase política
dirigente de Occidente. Sobre todo un invento del Bush que
ha propiciado que unos testarudos árabes salgan en las
páginas y en las pantallas de todos los medios de
comunicación. Así se fomenta el terrorismo.
Dándole alas con la publicidad.
Fomentando el espíritu de sacrificio con las auto
inmolaciones.
El cielo de los moros está lleno de huríes.
Si dejásemos de escribir sobre ETA y Al-Qaeda otra cosa
cantaría. Las bombas no.
Bueno, me he quedado en blanco. Esto me obliga a terminar el
artículo aquí.
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