Como si estuviéramos en un
“terreno”,mejor dicho, tiempo de nadie, al haber pasado
estos cuatro días sin establecimientos abiertos, sin
ambiente de compras o ventas, y aprovechándolo, únicamente,
algunos de los estudiantes para ir preparando los exámenes
que se les vienen encima.
Es algo que se repite y algo que, a partir de ahora, veremos
crecer, especialmente, por las tardes, con las tiendas
repletas de luz, con bastantes clientes, también, para ir
haciendo las compras necesarias para los días que se
avecinan.
Eso de las compras, ya veremos, porque más de uno, y más de
una docena, especialmente el lunes, aprovecharon para hacer
parte de ellas, por supuesto, fuera, y no es que tuvieran
toda la intención de no comprar aquí, y tener que cruzar “el
charco”, pero es que varios días “encerrados” aquí, o
mirando las persianas que estaban bajadas, han podido animar
a quienes no tenían otra cosa que hacer, para pasar al otro
lado, darse un garbeo por las cercanías del Puerto de
Algeciras, visitar alguna de esas superficies donde se podía
comprar y así, con antelación, “hacer los recaos”, para, a
partir de ahora, comprar únicamente aquello que se haya
olvidado o poco más.
Y tal como están las cosas, particularmente, creo que, es
mejor irse adelantando para no dejarse pillar por la
picaresca de ver como lo que hoy está marcado con 2, de aquí
a cuatro días está marcado con 5, y desde el día 20 hasta el
día 31 puede subir a 7.
Es la poca seriedad de algunas partes del comercio, el ir
subiendo los precios de los productos que más demandas
tienen, pero lo malo puede estar en que tal como están los
bolsillos, cuando llegue el día 20 habrá quien estará con lo
justo y rezando para que salga su número de la lotería
premiado, con lo que los listos y oportunistas, muchos de
ellos, se quedarán con lo que iban guardando para subirlo
más de precio, porque la mayor parte de los productos con
los que se juega tanto estos días al alza, no suelen durar
hasta las rebajas del día 7 de enero.
En esto, en los controles de los precios, es donde más
listos debieran andar aquellos organismos oficiales que
tienen su razón de ser en ello, y sólo en ello, en el
control contra los abusos.
Aquí es donde, desde las alturas administrativas, se debiera
entrar de verdad, para atajarlo de una vez por todas, porque
esos altibajos en los precios molestan más a todos,
cualquiera que sea su religión o su creencia, que el hecho
de que en un aula haya un crucifijo.
Y ahora que estamos entrando en la época que cada año repite
las mismas actuaciones, se debieran marcar unas pautas con
las que la crisis se podría hacer más llevadera, para todos
los de una u otra creencia, porque ésta sí afecta, molesta y
crea problemas a todos, sean del corte que sean sus
creencias.
Y ya que hemos hecho alusión a la crisis, ahora con el frío
que va arrasando casi todo, no se nos permite ver esas
“zonas verdes”, que tan lentamente “van floreciendo”. Esos
puntos verdes, cada día creo más que, son o están más en la
mente calenturienta de alguien, que en la pura y simple
realidad, y si no a las pruebas nos podemos remitir.
Dejemos, por unos días, de hablar de crisis, ahora lo
primero tendremos que hacer la zambomba, y empezar a ensayar
los villancicos, no vaya a ser que un año de estos
venideros, nos pase con ellos como con los crucifijos de las
aulas.
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