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OPINIÓN - JUEVES, 10 DE DICIEMBRE DE 2009

 

OPINIÓN / EL OASIS

No se puede estar en misa y repicando
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Corren rumores insatisfactorios para las personas que grabaron el vídeo de Pedro Gordillo. Pero a mí los rumores, por más que estén considerados como antesala de la noticia, no me interesan en absoluto. Y mucho menos cuando se trata de una causa sometida ya al poder de quienes llevan puñetas en la bocamanga. Y a los que uno respeta tanto como confianza tiene en ellos. De modo que lo que sea sonará.

Por lo que prefiero referirme al vacío que ha dejado Gordillo en el PP de Ceuta. Sí, ya sé que nadie es imprescindible; pero me consta el mucho trabajo que va a costarle a Juan Vivas continuar la labor que el anterior presidente estuvo desempeñando durante años, acompañada de éxitos palpables. Y será así, a pesar de que Vivas haya sido aceptado y celebrado por los militantes, mayoritariamente.

No olvidemos que la presidencia de la Ciudad tiene absorbido a Vivas. A quien le he oído decir que todo el tiempo que pasa en su despacho es bien poco. Pues bien, semejante tarea no creo que le permita, por más que trate de multiplicarse, atender como debe a sus obligaciones como presidente del partido.

Manejar las riendas de un partido no es fácil. Mantener la disciplina en el seno de éste tampoco. Tratar de aunar voluntades a fin de evitar que cundan las facciones y las guerrillas entre ellas, labor compleja es. En rigor: los éxitos electorales se deben, amén de contar con un gran candidato, al trabajo que realiza la fiel infantería del partido.

De modo que Vivas ha de estar preparado para evitar desavenencias, imponer la calma, y hasta si es preciso emplearse contundentemente contra los que no cedan en pretensiones que terminan dañando la imagen de la organización.

Vivas ha heredado la presidencia de un partido donde la disciplina impuesta por Gordillo era férrea. Y motivos tenemos para dar fe de ello. Y en el cual existen muchos afiliados que guardan un grato recuerdo del ex presidente. Y sería absurdo negarles el afecto que aún sienten por él. Aunque, por razones claras, hayan hecho del silencio su mejor arma, en momentos donde parece no estar bien visto nombrar a Pedro. Y, lógicamente, conviene ganarse la voluntad de esas personas para afrontar posibles contratiempos.

También se echará de menos la figura de Pedro en cuanto las gentes no sepan a qué miembro del partido han de dirigirse para poder ingresar en la lista de los llamados clientes. Puesto que todos sabemos que el clientelismo es parte principalísima de los partidos que se precien de poderosos. Y el PP lo es.

Por todo lo dicho, y por más cuestiones que deseo silenciar, pronto se dará cuenta Vivas de la necesidad que tiene de delegar en una persona con capacidad suficiente para que pueda hacer el trabajo sucio y le controle el partido en todos los sentidos. Porque no se puede estar en misa y repicando.

Ahora bien, elegir a un cualquiera, es decir, elegir por hacer el paripé, tampoco daría buenos resultados. Más bien todo lo contrario. Y, repasando la lista de aspirantes, veo que el presidente del partido sólo cuenta con tres opciones válidas. Y podríamos dar los nombres de ese trío. Pero sería meternos en camisa de once varas. Y además es mejor no condenar a nuestros aspirantes de antemano.
 

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