No podía darse más que en nuestra
ciudad, de la que los carteles anunciadores y
propagandísticos hacen “una ciudad de compras” y en la que,
desde el pasado sábado a las dos del mediodía se bajaron las
persianas de todos los establecimientos y se abren, si el
tiempo no lo impide, este miércoles.
Ya me dirán si esto no es el gran contrasentido, porque si
es una ciudad de compras será porque aquí hay algo que
comprar y para poderlo comprar deberán estar abiertos los
establecimientos.
Aquí no, aquí es diferente y de aquí a un mes, cuando hayan
pasado todas las fechas estas de más movimiento, oiremos
decir a más de un comerciante que han sido unos días flojos,
que no se ha vendido, a penas, y cosas por el estilo. Se
olvidan de lo principal y es que para vender tendrá que
haber clientes y estos no llegan si el establecimiento está
cerrado.
Y es que, tengo que insistir ¿Cómo se va a vender si no se
abren los establecimientos?. Y aunque el argumento que
esgrimen algunos es que en los puentes se van muchos de
Ceuta, eso no me vale, porque si hay unos que se van de
aquí, otros de fuera pueden venir, pero hay el problema de
que si alguien llega a Ceuta y no puede comprar nada, a ver
el paisaje, precisamente, no viene nadie.
El lunes, antes de las once de la mañana había un grupo de
forasteros, no más de treinta personas, es cierto, que
acababan de llegar a Ceuta y al ver el panorama de persianas
bajadas varios de ellos reprochaban a otros:” No sé para que
hemos venido si está todo cerrado”. Tenían toda la razón y
quienes no tienen razón alguna son aquellos que quieren
vender gato por liebre y anuncian el paraíso de las compras,
cuando cada vez que hay dos días de fiesta, aquí se cierra
todo y no se pueden comprar ni unos calcetines.
Para hablar de Ciudad de Compras se tiene que hablar de
Andorra, de las Rozas Village, junto a Madrid, del centro o
casi todo Madrid, que abren todos los días y a todas las
horas o casi a todas, por muy festivos que sean y que en lo
primero que piensan es en atender a los posibles clientes,
porque saben que si están abiertos venden y la caja sube,
pero cuando aquí hay docenas de comerciantes que te dicen
que no merece abrir un sábado por la tarde, porque no es
rentable, queda claro que lo que menos les importa a algunos
son los clientes y que únicamente están mirando a la caja.
Ahora, puede haber sucedido que muchos de los que salieron
de Ceuta, por un día, por dos, o por el tiempo que haya
sido, habrán venido con las bolsas repletas de casi todo lo
que se necesita para las próximas fiestas. Esos han ido a
comprar a aquellos lugares que estaban abiertos, aquí en
esos mismos días no hubieran podido hacer las compras porque
estaba todo cerrado. Y es así, los pequeños comercios, salvo
raras excepciones, y las grandes superficies, todos tenían
bajadas las persianas. Esto es, estaban cerrados, con lo que
no daban opción, no sólo a los que vinieran del otro lado
del estrecho, sino, ni siquiera, a los del vecino país, que
cuando vienen, y en estos días hubieran venido, compran y de
verdad.
Con estas formas comerciales, a uno no le extraña ver
ciertos establecimientos que se abren y que a los dos meses
colocan el cartel de “se traspasa” o “se liquidan las
existencias”.
Creo que el comercio es algo más serio que todo eso, estoy
seguro.
|