Los 250 españoles censados en el Consulado de Tetuán como
trabajadores de la administración española y por tanto
cotizantes a la Seguridad Social nacional siguen a la espera
de recuperar, casi tres años después de que les fuera
retirada sin previo aviso la tarjeta sanitaria que les
permitía recibir atención programada, tanto de especialistas
como de tratamientos continuados, en Ceuta. Algunos
afectados aseguran que la administración les remite “de un
lado a otro” sin dar una respuesta efectiva.
Casi tres años después de que, sin previo aviso, les fueran
retiradas las tarjetas sanitarias que les permitían ser
atendidos en Ceuta, los españoles que residen en Tetuán y
otras localidades marroquíes cercanas continúan sin ver
resuelto su problema. Esto es así a pesar de las reiteradas
solicitudes de arreglo de esta situación, apoyadas entre
otros por el Partido Popular y UPyD, que el pasado 30 de
septiembre logró incluso sacar adelante en el Congreso una
proposición no de ley en la que se instaba al Gobierno a
atender esta reivindicación.
Tal como relatan algunos de los afectados, la administración
les remite “de un lado a otro” sin que hasta el momento les
hayan proporcionado una solución definitiva. Entre las
instancias a las que les derivan cuando preguntan por su
caso, se cuenta la Tesorería de la Seguridad Social -de la
que son cotizantes-. En el Ingesa, les aseguran que su
interlocutora es la subdirectora provincial, Ana Álvarez,
con la que alguno de ellos ha intentado si éxito contactar
por vía telefónica.
A otros que han acudido a que se les atendiera por parte de
algún especialista o para obtener tratamientos programados o
las recetas de medicación que requieren para enfermedades
crónicas se les ha comunicado que “sólo se les atiende por
urgencias”, como a cualquier ciudadano, cotizante o no de la
seguridad social española, que acuda a un centro sanitario
del sistema nacional de salud o dependiente de las
comunidades autónomas. “Después de tanto camino andado,
seguimos estancados y si solución”, se lamentan.
El problema que arrastran estos ciudadanos españoles, que
trabajan en organismos públicos o empresas españolas
radicados en ciudades cercanas a Ceuta, principalmente en
Tetuán y Tánger, comenzó en los primeros meses de 2007,
cuando fueron informados de manera individual y a medida que
acudían a los ambulatorios que hasta la fecha habían sido
sus centros sanitarios de referencia, la retirada de su
tarjeta de Ceuta. En un principio se les dijo que su
atención estaba cubierta mediante el convenio suscrito al
efecto por España con Marruecos, pero las deficiencias que,
según destacan, presenta la sanidad marroquí respecto a la
española y la posibilidad, por cercanía, de poder ser
atendidos en centros españoles, les hizo movilizarse para
solicitar, en algún caso por escrito y ante el propio
ministro de Sanidad, la recuperación de lo que consideran
“un derecho”.
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