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OPINIÓN - MARTES, 8 DE DICIEMBRE DE 2009

 
OPINIÓN / EL ANALISIS

El 4-1 retiró la pancarta

Por Jesús Carretero


Es lo que tiene un resultado, que te lleva del infierno a los cielos o a la inversa, según sea a favor o en contra.

El domingo, en Alfonso Murube, sucedió y lo que parecía ser el fin del mundo, a las siete de la tarde, había dado un giro de 360º y había cambiado por completo, ya veremos si tras los dos encuentro seguidos, fuera de casa, seguimos por la misma senda, o cual es el camino que se ha cogido. Tiempo al tiempo.

LA PANCARTA

Iba a tono con la despedida del año, aquí en Alfonso Murube, por parte del Ceuta, puesto que este encuentro, ante el Écija, era el último de 2009.

Y no se dio cita mucha gente en el fútbol ese día, unos por la hora, las cinco de la tarde, en esta época del año, no es, ni de lejos, la hora más apropiada y la que más tire de los posibles espectadores para ver un partido de segunda B. Otros por los resultados adversos, un solo punto logrado de los últimos nueve disputados. Y otros, porque el largo puente “había dado con sus huesos” fuera de Ceuta.

Pero los pocos que fueron no iban a pasar el rato, simplemente. Había más enfado de lo que parecía, tanto por la marcha del Ceuta, como por ciertas manifestaciones de los últimos días, con lo que muy de frente, en el fondo de vestuarios, se colocó una pancarta, en la que con sólo 4 palabras, sólo 4, se expresaba el sentir general:” Nuevo año, nuevo engaño”.

El 1-1 que hubo durante muchos minutos en la segunda mitad podría haber servido para atizar, aún, ese malestar, pero al final con la goleada, ese malestar cambió y la pancarta desapareció. El resultado, como en otros muchos lugares y en otros cientos de circunstancias, mandaba.

UNA GOLEADA CORTA

Ha sido la mayor goleada que el Ceuta han endosado a un contrario, en lo que va de temporada y, mirando la clasificación, el Écija no parecía el más fácil, pero, con diferencia, este ha sido el adversario de menos entidad que pisó Alfonso Murube, en toda la campaña.

Repasando las distintas partes del encuentro y recordando las jugadas, no veo, todavía, a qué vino a jugar el Écija a Ceuta, porque no se echó hacia arriba, no se encerró en su parcela, no controló el centro del campo. No sabía donde estaba y desde el banquillo creo que no se han enterado, todavía, que la parte izquierda de su defensa dejaba un pasillo, por donde el Ceuta entraba como quería y, para colmo de los visitantes, su portero, especialmente, en el tercer tanto fue “no una madre”, sino “todo un convento de madres, hermanas e hijas”.

DESCONCIERTO INICIAL

Es lo que tuvo el Ceuta al empezar la segunda mitad, y con 1-0 a su favor se dejó empatar, en la única ocasión, en todo el partido, que llevó el Écija a la portería ceutí. Aquí, la defensa no estuvo acertada, pero el portero, una vez más, estaba “a cerezas”.

Ahí pudo seguir el mal camino de las últimas semanas y otro equipo que no hubiera sido el Écija hubiera intentado aprovecharlo, pero este Écija lo primero que tendrá que hacer es saber donde y como se coloca, para luego empezar a pelotear.

Con todo, hasta el minuto 77 no llegó el segundo gol del Ceuta y ya, de por sí, se pone de manifiesto lo que es el Écija, cuando el tanto lo marcó de cabeza Sanlúcar. Eso ya dice algo.

15 MINUTOS GOLEADORES

En los últimos 270 minutos, antes de llegar a este encuentro, el Ceuta había marcado cuatro goles y para ello había jugado con un colista, el Estepona, con otro de los de abajo, el Sevilla B, aquí en Ceuta y con uno de los gallitos, en Lepe, donde no mojó.

La marcha, cara a la puerta contraria, era fatal y mira por donde en un cuarto de hora, el final, marcó tres goles y falló otros dos hechos Aarón Bueno. Así era el Écija y así le goleó el Ceuta.

Con todo, fallos incluidos, esos han sido, de lejos, los momentos más realizadores de este Ceuta que, ahora, levanta cabeza, pero que, una vez más, habrá que estar mirando a lo que hace él y, de reojo, a lo que van haciendo los otros que están a su altura.

LUCENA Y MELILLA

Son el postre de este año 2009, que no pasará a la historia como el gran año del Ceuta. Están en juego 6 puntos que pueden ayudar mucho a que la pancarta no vuelva a salir, pero que también pueden hacer, si es que no se sacara algo positivo, que el ambiente desde principios del año sea tan malo, como era este fin de semana.

El Lucena no es de los que haya dado facilidades nunca, pero es accesible, y ni siquiera el que sea un campo de césped artificial puede justificar un resultado adverso.

El Melilla, ya veremos, parece que está cortado por el mismo patrón de la irregularidad del Ceuta.

Dos encuentros que significarán mucho como final de año y como casi final de la primera vuelta del campeonato liguero 2009-2010, que está pasando con toda la pena y con muy poquita gloria, porque el grupo en el que está encuadrado el Ceuta es de lo peor que hemos visto en los muchos años que llevamos en la segunda B.
 

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