El Salón del Trono del Palacio de la Asamblea acogió ayer
los actos conmemorativos del trigésimo primer aniversario de
la Constitución Española. Una iniciativa conjunta de la
Delegación del Gobierno y la Ciudad Autónoma que rindió
homenaje, en esta ocasión, al movimiento vecinal de Ceuta en
sus treinta años de historia. Los sucesivos presidentes de
la Federación Provincial de Vecinos de Ceuta o, en su
defecto, los familiares de los que ya han fallecido, fueron
recogiendo su distinción de manos del delegado Fernández
Chacón y el presidente autonómico, Jesús Vivas, que
encabezaron el acto junto al general Vidal de Loño.
La Constitución Española ha cumplido treinta años con una
miríada de actos en su honor repartidos por todas las
instituciones del país y que en el Palacio de la Asamblea de
Ceuta puso ayer especial énfasis en el artículo 22.1, que
reconoce el derecho de asociación.
Lógico que prestara especial atención a este articulado,
porque los actos constitucionales en Ceuta han tenido como
protagonista este año a la Federación Provincial de
Asociaciones de Vecinos, cuyo presidente, José Ramos, abrió
el acontecimiento en el Salón del Trono del palacio
recordando las posibilidades que generó para la
participación ciudadana la aprobación de este derecho de los
españoles.
El acto organizado conjuntamente por la Ciudad y la
Delegación del Gobierno estuvo presidido por el delegado
José Fernández Chacón, la cabeza del Gobierno autonómico,
Juan Jesús Vivas y el comandante general, Vidal del Loño.
Fue precisamente Chacón quien siguió a Ramos frente al atril
engalanado con las enseñas de Ceuta, España y la Unión
Europea. El delegado del Gobierno recordó que la
Constitución de 1978 ha posibilitado que España disfrute de
un sistema de derechos y libertades “sin parangón en la
historia de nuestro país”, mediante reglas de convivencia
democrática que “han posibilitado el mayor impulso
experimentado por una nación en la historia moderna de
Europa y posiblemente del mundo”.
Fernández Chacón defendió el diálogo como “auténtico motor”
de la democracia, “un diálogo que no elude la discrepancia
sino que la convierte en un factor que posibilita el cambio
y el progreso social”, reseñando en este sentido el
protagonismo de la participación ciudadana”.
Frente a un auditorio compuesto no sólo por las principales
autoridades civiles y militares, sino por otros destacados
miembros de la sociedad ceutí y, sobre todo, por una nutrida
representación del movimiento vecinal de la ciudad,
Fernández Chacón apuntó que “es evidente que las
asociaciones han desempeñado y desempeñan un papel
fundamental”, al tiempo que alabó la existencia de una
“ciudadanía comprometida” que ha desarrollado una labor
incuestionable.
En su intervención, el delegado también defendió las
iniciativas más recientes del Gobierno de España, como son
el proyecto de Ley de Economía Sostenible y la Estrategia de
Economía Sostenible, que tratan de “actualizar los objetivos
económicos medioambientales y sociales para nuestro
horizonte a corto y medio plazo y ambos quieren conseguir el
acuerdo de todos quienes pueden aportar su esfuerzo al reto
de recuperar el crecimiento económico en nuestro país”.
El delegado no pudo por menos que recordar también a los
cuatro miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del
Estado asesinados en 2009 por la banda terrorista ETA “de
forma vil y cobarde cuando cumplían con su deber al servicio
de España”.
Las víctimas de la violencia de género también recibieron
una mención y frente a estos fenómenos Fernández Chacón
defendió la educación como “recurso sólido recogido en
nuestra Constitución” y “elemento fundamental en la
formación de los ciudadanos libres, responsables y
comprometidos con la sociedad”.
Placas y metopas
Tras su intervención, el delegado, en un mano a mano con el
presidente de la Ciudad Autónoma, fue entregando las
distinciones a todos los presidentes que ha tenido el
movimiento vecinal ceutí en sus treinta años de historia o,
en su defecto, a los familiares de los dirigentes que ya han
fallecido.
Vivas cerró el acto en el Salón del Trono subrayando cómo
las instituciones y el orden democrático están por encima
del color político y recordó todos los hitos de aquel mágico
año de 1978: Carmen Conde entraba en la Real Academia, el
cine estrenaba películas como Grease o Fiebre del sábado
noche, Alaska, Tequila o Nacha Pop irrumpían en el panorama
musical, Argentina ganaba el mundial de fútbol pero, sobre
todo, el pueblo español exigía un cambio “sin traumas, sin
ira y sin abrir heridas”.
El presidente de Ceuta recordó a uno de los padres del texto
constitucional cuyo féretro permanecía ayer expuesto en la
sede de la Generalitat de Cataluña, Jordi Solé Turá, como
uno de los políticos que se encuentran en el “cuadro de
honor de la historia de España”, encabezados por Adolfo
Suárez y “la mano certera del Rey que supo ejercer su papel
de moderador y símbolo de la unidad y permanencia de
España”.
Vivas calificó la Constitución de 1978 de “éxito colectivo”
que ha permitido abordar los cambios sociales necesarios en
España con “flexibilidad pero fundamento sólido: la
prioridad del interés general sobre el particular, le
imperio de la Ley, la defensa de la igualdad, la justicia,
la solidaridad y la indisoluble unidad de España”.
En este sentido, remarcó que los poderes públicos están
obligados a defender estos principios y que la
descentralización administrativa del Estado no debe ponerlos
en peligro. Vivas pasó por encima del debate en el Tribunal
Constitucional sobre el Estatuto catalán apuntando que esos
mismos poderes públicos deben “garantizar la autonomía de
los órganos jurisdiccionales”.
El presidente de la Ciudad Autónoma hizo también un repaso
de los principales retos del presente, como el empleo o la
igualdad de la mujer, recordó igualmente a las víctimas del
terrorismo y defendió el papel del movimiento vecinal como
“entidades para la educación ciudadana”.
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