Aclarando que es gerundio. No soy
capillita ni nada que se le parezca, he dicho públicamente
que no creo en los curas pero, a pesar de todo esto, tengo
que reconocer que soy creyente a mi manera, pero creyente
con un Dios muy especial, por eso respeto todas las
creencias, porque cada uno puede creer en lo que le dé la
gana. Y todos, absolutamente todas las creencias, sea quien
sea y se llame como se llame su Dios, son digna de todo
respeto.
Pero ese mismo respeto que tengo hacia las demás religiones
o las demás creencias, pido que también se respete la mía. Y
no como está ocurriendo en un par de cadenas de televisión
que se le falta el respeto a todo lo que huela a católicos o
cristiano.
Bajo la capa de que se hace humor, un humor zafio y de baja
estofa se insulta, constantemente a todo lo que huele a
católico. Es el caso de ese que se hace llamar el Gran
Wyoming que, amparándose en eso que él dice ser humor
critica, duramente, día si y día no, a todo lo que huele a
iglesia católica en un alarde de libertad de expresión y,
cómo no, para él de tener un gran valor al realizar estas
criticas. Un valor para el que le faltan cataplinez para
hacer las mismas criticas a otras religiones.
El humor, querido mío, no está a la altura de cualquiera,
puesto que es muy difícil llevarlo a cabo con la
consiguiente sabiduría para, por mediación del mismo, hacer
críticas o burlas simpáticas hacia todas las cosas
criticables, sean del color que sean que, indiscutiblemente,
conseguirán la sonrisa incluso de aquellos a los que por
medio del humor se le hace una critica.
Utilizar el humor para dirigirlo siempre hacia la misma
entidad o personas, sólo cabe en personajillos de medio
pelo, que dicen hacer humor, cuando sólo hacen una mala
caricatura que deja al descubierto los estómagos
agradecidos.
Nadie puede discutir que, en los momentos actuales, hay una
dosis de carga de profundidad contra la iglesia católica y
por ende contra todos los católicos. Las órdenes recibidas
son llevadas a cabo por aquellos que tienen que estar
agradecidos por recibir algunas prebendas.
La cadena donde trabaja ese “genio del humor” es, sin duda
alguna una cadena donde los programas de humor son el timón
de la misma. Cosa lógica porque al frente de ella está un
payaso, que se hizo famoso por tocar el piano y hacer sonar
un cencerro, sin decir palabra alguna cuando le tocaba
actuar con su familia los popularísimos y queridos “Payasos
de la Tele” que tanto hicieron reír a grandes y pequeños.
Por cierto, tengo que decir, me correspondió el honor de
presentarlos en el Angulo, en su visita a Ceuta a Gaby, Fofó
y Miliki. El mudo, el que tocaba el piano y el cencerro, aún
no formaba parte de la troupe.
Respetar a los demás, es respetarse a uno mismo. ¿Tanto
trabajo cuesta ser respetuoso con las ideas religiosas o
políticas de cada persona? .
Si uno no respeta a los demás, los demás no tienen por qué
respetarlo. Y tú, de verdad, haces un humor sin gracia
alguna, buscando el aplauso fácil. Eso no es humor eso es,
sencillamente, chabacanería.
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