LUNES. 23
Mis relaciones con Luis Manso habían sido muy buenas
hasta que un día me dijeron que él no había actuado bien
conmigo. Y así lo escribí en estas páginas. Fue a raíz de
que ambos estuviésemos invitados a la copa dada por la
Policía Nacional en el Hotel Ulises, motivada por la
celebración de Los Ángeles Custodios. Desde entonces, no
había vuelto a encontrarme con un hombre a quien siempre
dispensé respeto y le tuve gran estima. Hoy, al hallarnos en
la plaza de la Constitución, hemos charlado acerca de lo
ocurrido, aquel dos de octubre pasado, y hemos dado por
resuelto nuestro desencuentro. Eso sí, antes hemos llegado a
la conclusión de que fuimos víctimas de la malaleche de
cualquier pedazo de... mindundi. Porque es verdad lo que me
dice el coronel: que él siempre me ha tenido ley y que nunca
se ha cansado de hablar bien de mí. Por lo que nos hemos
tratado durante muchos años y jamás tuvimos el menor
problema. En fin, que nuestra amistad salió reforzada. Que
es lo que primaba por encima de cualquier otra cuestión.
MARTES. 24
Voy a Emvicesa para pedir información y se me acerca
Isaac Medina. Con quien llevo saludándome desde hace
muchos años pero pocas veces hemos tenido la oportunidad de
charlar. La conversación, empezada por él, transcurre sin
tregua y está dedicada al fútbol. Y debo decir, cuanto
antes, que me sorprende el conocimiento que de este deporte
tiene Isaac. Y, claro, cuando uno tiene la suerte de
encontrar a alguien capaz de entender perfectamente lo que
se le dice y encima te responde con ese sentido común que
propicia el chanelar del asunto del cual se está opinando,
pues miel sobre hojuelas. Le dimos un repaso a la actualidad
futbolística. Y tuvimos además tiempo de recordar los
fundamentos del juego y los pequeños detalles que dan y
quitan triunfos. Y en vista de que estábamos en un pasillo
donde no había espectadores, pudimos incluso exponer
nuestras ideas con gestos y ademanes apropiados. En suma:
que aprovecho la ocasión para decirle a Isaac que me lo pasé
la mar de bien hablando con él de fútbol.
MIÉRCOLES. 25
En el Real Zaragoza ha habido muchos jugadores que han
dejado huellas en tierras aragonesas. Carlos Lapetra,
Villa, Marcelino, José Luis, Reija, Yarza, Milito,
etcétera. Pero a todos les ganó Mohammed Alí Amar,
mundialmente conocido por el apelativo de Nayim, la
partida de la fama. A pesar de que Marcelino le hiciera el
gol a la Rusia de Lev Yashin, portero mítico, en la
primera Copa de Europa ganada por España, siendo ‘El
Chato’ Villalonga seleccionador nacional. Y todo
porque los aragoneses nunca olvidarán el gol marcado por el
jugador ceutí al portero del Arsenal, Seaman; tanto
que se convirtió en legendario. Días atrás, unos periodistas
de la televisión Autonómica de Aragón esperaban
pacientemente la llegada de Nayim al Hotel Tryp para
entrevistarle, una vez más. Hoy, en cuanto le he visto, lo
primero que he hecho es preguntarle por cómo le fue con los
reporteros maños, y, como siempre, el educado Nayim me puso
al tanto de las muchas atenciones que tuvieron con él. Y ya
aprovechamos el momento para conversar sobre la necesidad
que tenemos todos de no hacer leña del árbol caído. Y
sabíamos de lo que estábamos hablando. De cómo los hombres
nos perdemos por... donde nos perdemos.
JUEVES. 26
El día está gris y amenaza lluvia. La llovizna se hace
presente y desaparece con prontitud. Llego al Mesón de La
Dehesa y tanto Manolo Vargas como Antonio Castaño,
siempre agradables en su trato con los clientes, me dicen
que noviembre está siendo un mes donde la caja terminará
enmoheciéndose por falta de funcionamiento. La gente no
alterna, no acude a los bares a tomar el aperitivo. Y me
ponen al tanto que ni siquiera se hacen visibles los que
hasta hace nada no faltaban ni un solo día. Han desertado
los clientes que antes se dejaban la pasta a mediodía y con
su presencia servían de reclamo para atraer a otros
consumidores. Les respondo que noviembre fue siempre un mes
antipático para los negocios de hostelería. Aunque bien
pronto les digo que también he notado yo que ha habido una
especie de encogimiento en la gente. Que los asiduos a
conversar en grupo mientras tomaban la copa y la tapa,
parecen que andan cohibido desde que estalló el escándalo de
las grabaciones chantajistas. Reina una enorme desconfianza
entre quienes viven, directa o indirectamente, de la Casa
Grande. No vaya a ser que alguien les grabe cualquier salida
de tono sin más pretensiones que provocar la risa. En fin,
que el miedo es libre. Y la gente, cuando se siente
atenazada por el temor, es capaz de desertar de la rúe o
transitarla sin levantar la vista del suelo. Así es la vida
en las ciudades pequeñas.
VIERNES. 27
Yendo hacia la redacción de este periódico hallo a
Gonzalo Navarro Reyes y me pregunta si las cervicales me
siguen dando la lata. Y le respondo que su tratamiento hizo
posible que remitieran mis molestias. A Gonzalo lo
entrevisté yo en sus comienzos como naturópata,
quiromasajista y acupuntor. Luego seguí muy cerca su labor
en la Asociación Deportiva Ceuta, donde estuvo tres años a
plena satisfacción de jugadores y directivos. De ahí la gran
amistad que mantiene con la familia Muñoz. Gonzalo
está al frente del ‘Block Center Spa, balneario urbano’,
sito en la calle Jáudenes. En el que pueden encontrar
tratamientos corporales, faciales, baños, tratamientos
cosméticos, masajes relajantes y... bueno cantidad de
servicios que ayudan a que nos sintamos mejor en todos los
aspectos. Hablar con Gonzalo es siempre un placer y motivo
de aprendizaje en cuanto uno le tira de la lengua acerca de
los insuperables conocimientos que tiene de cómo ponernos el
cuerpo a punto de caramelo.
SÁBADO. 28
Son casi las seis de la tarde cuando me pongo a escribir en
este espacio y caigo en la cuenta de que está a punto de
comenzar el partido de la Asociación Deportiva Ceuta en San
Roque de Lepe. De modo que dudo entre continuar mi tarea o
suspenderla para verlo y así poder contarles a ustedes lo
que me ha parecido el encuentro en un pueblo donde hasta los
menos listos dicen que hacen relojes. Y opto por irme
corriendo a sentarme ante el televisor en la salita de
estar. Con la promesa de regresar a tiempo de escribir a
vuelapluma la impresión que me haya causado lo sucedido en
el campo municipal lepero. Lo prometido es deuda y aquí
estoy para empezar diciendo que otro apagón de luz me dejó
sin ver más de treinta minutos del primer tiempo del
partido. Otra vez los usuarios hemos sufrido una
interrupción del suministro eléctrico. Ahora nos dirá la
compañía eléctrica de Ceuta que la respuesta fue la más
rápida posible teniendo en cuenta la complicación originada
por la avería. De pena. De la Asociación Deportiva Ceuta
cabe decir que jugó de chiste en una tierra donde realmente
son especialistas en hacer chascarrillos. Lamentable
espectáculo del equipo entrenado por Carlos Orúe,
frente a un conjunto formado por futbolistas aficionados.
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