Dos jóvenes, M. N. y M. A., fueron encausados ayer por la
titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta por un
presunto ataque al coche de un policía nacional con una
botella de gasolina, en el que resultaron incendiados otros
dos vehículos de la Colonia We ill. La fiscal pide dos años
de cárcel para ambos. Uno ya tiene antecedentes penales, lo
que le aleja de la posibilidad de la suspensión de la pena
privativa de libertad. El policía cree que el ataque está
relacionado con su trabajo.
La jueza de lo Pena ha dejado visto para sentencia el
proceso seguido contra dos jóvenes, M. N y M. A., acusados
de arrojar una botella de plástico con gasolina e incendiar
el coche de un policía nacional, el de su hijo y el de otra
residente de la Colonia Weill.
En el incidente, sucedido el 24 de febrero de 2006, aparece
relacionado un tercer joven, en este caso menor, que al
igual que los anteriores reside en la barriada Príncipe
Alfonso pero que, sin embargo, ha resultado absuelto de los
cargos de daños que pesan sobre los otros dos.
El Ministerio Público se apoyó en el testimonio del policía
atacado al objeto de pedir una pena de dos años de cárcel
para cada uno de los dos acusados mayores de edad. M. N. por
conducir el coche que llevó a los otros dos presuntos
implicados hasta la Colonia Weill, para que estos penetraran
en una calle y arrojaran contra la rueda delantera del coche
del policía nacional una bomba incendiaria.
El agente declaró que, tras ser avisado de que su coche
estaba ardiendo, pudo contactar con el vigilante de una obra
próxima que identificó a un Wolsvagen Golf de color verde y
los cristales tintados, que dejaba a dos jóvenes en la calle
donde se encontraban los vehículos posteriormente
siniestrados. El Golf dio una vuelta en la rotonda más
próxima al Eroski y regreso a recoger a sus compañeros.
Después el vigilante oyó la explosión, aunque nadie vio
quién arrojaba la botella de gasolina cuyos restos fueron
encontrados posteriormente en el lugar de los hechos.
“Me conocen porque he actuado contra ellos”, declaró el
funcionario policial. Es más, el agente se mostró
completamente “seguro” de que la presunta reacción de estos
jóvenes está relacionada con una investigación llevada por
él en El Príncipe sobre un secuestro express, y que quienes
aparecían involucrados en esta investigación enviaron a los
jóvenes que ayer se sentaban en el banquillo y al menor ya
procesado para que actuaran contra él.
M. N. acusado de conducir el Wolsvagen Golf, basó su defensa
en que sólo transportó a los otros dos encausados hasta el
lugar sin conocer cuál eran sus intenciones.
Así, declaró que había llevado a su hermana y a su madre al
hospital y que estos le pidieron que los llevara hasta el
lugar. Su letrada defensora adujo además que la policía no
había logrado encontrar rastros de gasolina ni ningún otro
elemento que demostrara que la bomba incendiaria se traslado
en el coche de su clientes.
M. A. negó directamente su participación en los hechos ni
haber pedido al conductor del coche que lo transportara, por
lo que su abogado defensor pidió también la absolución ante
la falta de pruebas que no sean meramente circunstanciales.
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