Y no porque él lo haya pedido,
sino porque se lo ha ganado a pulso, desde el primer
momento, desde que pasó de su despacho de funcionario, muy
cualificado, al despacho central de la Casa Madre.
Me alegra que Juan Vivas haya sido el alcalde más valorado,
a nivel nacional y eso que, en la baraja, los otros ases son
personas de una competencia extraordinaria. Alguno de esos
cuatro primeros que acompañan a Juan Vivas es conocido mío,
especialmente Heliodoro Gallego, de Palencia, al que conocí
hace más de 20 años, y desde hace mucho tiempo ha
representado algo muy positivo en la política de Castilla –
León. De Teófila Martínez, aquí en Ceuta y en toda
Andalucía, se sabe que es una alcaldesa que ha sido votada y
es respetada de verdad en Cádiz, y que representa mucho en
la política de Andalucía.
Del alcalde de Bilbao no sé casi nada, pero una ciudad como
esa, naturalmente que necesita, para funcionar, y está
funcionando bien, una persona que sepa lo que se hace.
Todo esto valora, aun más, a Juan Vivas. Y viene muy bien
esta valoración a nivel nacional, en estos precisos
momentos, en el estudio realizado por Merco Ciudad para el
Grupo Vocento. Y digo que viene muy bien ahora esto, porque
tras un mes ajetreado y con informaciones que, a nivel
nacional, no decían nada a favor de Ceuta, y a nivel local,
todavía menos, con esto queda muy claro que, el primer
rector de la ciudad ha sabido estar, sabe estar y que
aquellos que un día le dieron el voto, supieron lo que
hacían, y ese no fue un voto perdido.
Pero el éxito de Juan Vivas como el primero de los ceutíes
no ha sido casual. Sí fue casual que llegara, cuando llegó,
y en este capítulo hay que valorar el tino que en su día
tuvo el que fue delegado del Gobierno, Luis Vicente Moro. Yo
no sé si, sin Vicente Moro aquí, entonces, Juan Vivas
hubiera sido presidente de la ciudad, inicialmente, pero,
una vez que lo fue, demostró, desde el primer día, que
conocía la “casa” como nadie, que, a lo largo de sus años
como funcionario muy cualificado, no había tenido enemigos,
que sus pasos, siempre, habían sido firmes y que jamás,
desde su posición privilegiada, había tenido ningún traspiés
del que se pudiera arrepentir.
Eso mismo, esa misma y precisa conducta, la ha seguido
manteniendo como alcalde y con esa conducta irrefutable, y
con una actividad de 24 horas diarias entregado a su labor y
a su preocupación por Ceuta, ha hecho que en muy pocos años,
es cierto que con mayorías absolutas, que le permitieron
trabajar sin zancadillas de la oposición, así ha logrado que
Ceuta se haya convertido en una ciudad moderna, atractiva,
cómoda y ha dejado de ser la gran desconocida que fue muchos
años atrás.
En los momentos que estamos viviendo hoy, ya el camelo o el
meter gato por liebre no es fácil para con los ciudadanos.
En estos momentos, lo que cuenta es la efectividad, las
realizaciones palpables, la buena imagen palpable, que salta
a la vista y de la que se puede disfrutar.
Eso es lo que hoy cuenta, más que los “pregones” o las
pláticas propias de otros momentos.
Conocí y frecuenté muchas veces el despacho del funcionario
Juan Vivas, en el Ayuntamiento de Ceuta, no he frecuentado
su despacho de alcalde, pero sé que la efectividad y con más
responsabilidades la sigue llevando, por bandera.
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