La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta
condenó ayer a tres hombres por un delito de estafa agravada
y falsedad en documento mercantil por el que hurtaron más de
50.000 euros a tres entidades bancarias por internet. Para
ello, los imputados utilizaban la firma de terceros para
obtener créditos, con nóminas falsificadas con las que luego
no pagaban.
Seis meses de prisión y abonando una cuota diaria de dos
euros (720 euros en total) por el delito de estafa agravada,
y otros seis meses de sanción con otros dos euros diarios
(729 euros) por el delito de coacciones, fueron las penas
establecidas por el tribunal de la Sección VI de la
Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta para tres hombres que
aceptaron, a través de la figura jurídica de la conformidad,
la condenada solicitada por la representante del Ministerio
Fiscal por dichos fraudes.
De las cuatro personas que se sentaron en el banquillo de
los acusados, sólo una de ellas fue liberada de cargos al
retirarse la denuncia ejercida contra él; otros dos fueron
condenados por ambos delitos (estafa agravada y coacciones);
y el cuarto, sólo por la estafa agravada.
Las hechos denunciados comenzaron tras la denuncia de
terceras personas ante la Policía Nacional, la cual inició
una investigación en agosto de 2005 que se cerró en octubre
y por la que fue descubierta la estafa de más de 50.000
euros a tres entidades bancarias a través de internet.
Estas, Cetelem, GMAC y Santader Cosumer.
Al parecer, los acusados utilizaban la firma de estas
terceras personas en nóminas falsificadas para obtener
créditos bancarios, que alcanzaban los 16.000, 35.000 y
6.000 euros. Es montante económico fue utilizado para varias
operaciones de compra que luego no se pagaban.
Entre ellas, la adquisición de un vehículo Opel que estaba
financiado presentando dicha nómina, la compra de varias
televisiones en un establecimiento de la ciudad autónoma,
financiadas de la misma manera. Y por último, otros créditos
que solicitaron a dichas entidades bancarias por internet
con el nombre de una tercera persona que firmaba la
documentación con nómina falsa y que luego no era abonada.
Estas personas fueron engañadas por los estafadores que
aprovecharon su pertenencia a colectivos vulnerables.
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