Pero jugando mejor, actuando con entrega total, sabiendo lo
que se quiere y dándose cuenta de que el grupo es tan flojo
que no colocarse entre los cuatro primeros es un auténtico
fracaso, y que al paso que vamos, el fracaso puede volverse
a repetir, también, este año, lo que significaría el punto
final para aspirar a tener algo más que un equipo en segunda
B.
DOS ENCUENTROS DESAPROVECHADOS
Al hacer un pronóstico, hace dos semanas, de lo que podría
lograrse, por parte del equipo ceutí, hasta el parón de la
Navidad, nadie, ni los más pesimistas hubieran podido pensar
que en estos dos últimos encuentros no se iba a sumar más
que un punto.
Una derrota en Estepona se hubiera tildado de bombazo y el
bombazo se dio. Un empate en casa, ante el Sevilla B, que
hasta ahora había perdido siete encuentros de los catorce
disputados, sería un mal, aunque un mal llevadero.
Al final el mal llegó y el bombazo resonó de un lado al otro
del estrecho, en unos momentos en los que ni Granada, ni
Melilla, ni San Roque han hecho más que empatar, o poco más.
El Ceuta ha desaprovechado la gran oportunidad de la
temporada para estar tranquilo y con comodidad, entre los
cuatro primeros y el primero sin necesidad de haber hecho
nada destacable.
FALTA DE PERSONALIDAD
Es como podemos llamar a lo del Ceuta, el pasado domingo,
ante el Sevilla B, y eso no es algo que se pueda dirigir
desde el banquillo, ni programar desde el vestuario. Lo que
el Ceuta dejó de hacer, en el primer minuto del segundo
tiempo y en el último suspiro del encuentro, es falta de
atención, descuido de todo y, muy especialmente, falta de
personalidad en el campo.
Aunque con dificultades, se había puesto por delante en el
marcador, en la primera parte, y nada más salir, antes de
haberse cumplido el primer minuto se dejaron empatar. ¿Dónde
estaba la atención al partido? ¿En qué se estaba pensando?.
En nada, y que nadie nos venga con milongas.
Había que volver a empezar y el extremeño de turno, Sánchez
Laso, por un momento se puso la camiseta blanca y vio un
penalti, que lo sería desde su posición, sólo desde allí.
Nueva ventaja y el partido que parecía ya ganado, eso,
parecía, hasta que en el último segundo del encuentro,
despiste monumental y empate ..., definitivo. No hay quien
lo entienda, además de que no hay justificación posible.
MUCHA FRIALDAD
Y no es que la tarde estuviera fría, eso no, pero en el
encuentro del domingo, en ningún momento, se vio la
fogosidad que se necesita para tratar de quedarse con los
puntos. Parece que se sale a cumplir con lo que está
estipulado y luego ..., ya veremos lo que pasa.
Hay jugadores a quienes les quema el balón en los pies y hay
otros que quieren tener un espíritu de compañerismo, tan
trasnochado y tan poco práctico que, en circunstancias
claras, para marcar, ceden “amigablemente” el balón a su
compañero, para que sea él el que marque. Al final, mira por
donde, no marca nadie.
Esto no lo entiendo, como no entiendo los seis tantos
encajados por el Ceuta en dos partidos, ante equipos de los
de tres al cuarto, con lo que ahora mismo el Ceuta es uno de
los equipos de arriba con más tantos en contra y empatado
con Caravaca o San Roque.
Algo falla atrás, porque de los seis goles que han recibido
en estos dos últimos encuentros, cuando menos, tres no
debieran haber llegado a las redes del Ceuta.
¿Descompensación? Yo lo llamaría, más bien, falta de
concentración en los momentos claves.
¿HACIA DONDE SE VA?
Por este camino, a ninguna parte. Y es que lo que podría
hacer el Sevilla en Alfonso Murube ya se preveía, desde días
atrás. Aquí no hay nada imprevisible.
Los filiales se le están atragantando, por demás, al Ceuta.
Los que no son filiales tampoco le dan facilidades y ..., la
pregunta que se hacían varios aficionados el domingo, no
jugando a entrenadores, sino preguntando, simplemente,
era:”¿Dónde está Fran amado?”. El personal no sabe si está y
se le espera, si no está, o si está, pero no se le espera.
Si es que está, seguirá teniendo ficha en vigor, aunque no
aparece en las alineaciones, ni en el banquillo. ¿Qué pasa
con este jugador?. En estos momentos es cuando la afición se
fija en los que no están, al darse cuenta de que los que
están, siguen sin dar la talla y el resultado que se
esperaba de ellos.
EL CAMPO BIEN
Como pocas veces, en los últimos treinta años, pero claro,
para que esté así ha habido que gastar mucho dinero, más que
lo que algunos equipos tienen de presupuesto y cuando desde
el equipo se quejan, con sus razones, de que no pueden
entrenar todas las veces que quisieran, lo que parece es que
ignoran que hay un documento de quienes tienen la
responsabilidad del mantenimiento, en el que se aconseja
usarlo en sus justos momentos y no “a discreción” para que,
a media temporada, quede como un patatal. Si ahora hay
alguien que pretende “echar la culpa al empedrado” de los
resultados, se equivoca. Cuando podrían quejarse sería
cuando el campo no estuviera en condiciones, por más que con
campo bien y con campo un poco peor, el equipo hace lo que
hace, que no es mucho positivo.
CASI VOLVER A EMPEZAR
Pero con cinco por delante, aunque ninguno de ellos, en
teoría, debiera ser superior al Ceuta y, en la práctica, van
por delante pero sin ser nada extraordinario.
No sé qué se pensará ahora para el mercado de invierno, pero
si la economía no es buena y si se tiende a ir a menos
gastos, ahora en medianías sería un despilfarro gastar algo
que no fuera, de verdad, un refuerzo válido.
Claro está que el secretario técnico algo tendrá que decir.
He dicho el secretario técnico. ¿Existe como tal?. Un club
que se jacta de limpio y trasparente, debiera decir si sigue
dependiendo del Ceuta aquel secretario técnico que, a bombo
y platillo, se dijo que se había incorporado al equipo
ceutí. Por esto digo que, bueno sería saber, si sigue con el
Ceuta y en el Ceuta.
En su momento lo dije:” mucho ruido y nueces las justitas,
tan sólo”. Así habrá que seguir, de momento.
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