Mi madre acostumbraba a decir: “si
algún día la casa se nos cae encima, el único que se salva
eres tú, nunca estás. La verdad es que mi madre llevaba toda
la razón del mudo mundial, desde siempre la calle ha sido mi
mejor compañera y, por supuesto, donde más he aprendido,
pues demostrado está que no hay mejor universidad que la
calle.
Pero mire usted por donde, con el paso de los años, sin
abandonarla del todo, porque si me falta la calle, me falta
la vida, he ido dejándola a un lado, refugiándome mucho más
tiempo en mi casa. Vamos, en una palabra, que me he vuelto
una jartá de casero, Y como todo hay que decirlo, tengo que
reconocer que no me va mal. De todas formas la calle ya no
me puede enseñar más de lo que me ha enseñado.
Y como cuando uno está en casa, el mejor acompañante que
tienes es el televisor, pues me da por ver toda clase de
programa, incluidos los de la “tele mierda”, donde me he
enterado que una hortera”, que lleva viviendo diez años de
contar la hija que le hizo un torero repitiendo,
constantemente, la misma historia va ser la que dé el asunto
de las uvas de fin de año en Tele 5. Lógicamente contará con
todo el apoyo y todo los aplausos de los seguidores horteras
que aplauden hasta cuando se sube los pechos y dice su
celebre frase ¿me entiendes?.
Así que viendo todo lo que hay que ver, los sábados me
encuentro con otro programa de Tele 5 titulado;”La Noria”.
Este último sábado el debate era sobre, si el Gobierno había
actuado bien en el asunto del “Alakrana”. Y pude contemplar,
sin sorpresa alguna, como se maneja por auténticos expertos
la demagogia barata, es que no se creen n i los más ineptos
del país pero que, ellos, estos demagogos del tres al
cuarto, hasta consiguen arrancar un aplauso del público,
previo elevación del cartelito de “aplausos”.
El primer personaje que interviene es Jorge Verstriger, que
se lía a hablar y no dice nada en absoluto del tema a
tratar. ¿Qué credibilidad puede tener este personaje que
antes era de extrema derecha y ahora es de extrema
izquierda?. Ya no se acuerda de que antes decía que iba a
llevar a Fraga en burro a la Moncloa. Y ahora opina todo lo
contario. El que quiera creerlo que lo crea, es su problema,
yo jamás creeré en ningún chaquetero.
Ahora la demagogia barata es, perfectamente utilizado por
Pilar Rahola, que no se si seguirá siendo de ERC,
independentista ella, pero que no tiene inconveniente en
venir a ese país que no quiere para llevárselo calentito.
Por cierto señora Rahola de ERC, cuando hable usted de
historia no se olvide de contar algo, de su partido, sobre
el año 1934.
Y el no va más de los demagogo que conforman la tertulia del
debate, esta en el hombre que se escucha cuando habla, está
enamorado de su palabra y de su inmensa sabiduría, pone la
mano como un monseñor cualquiera, dirigiéndose a los
feligreses desde un pulpito.
Ser gusta tanto cuando habla que, en esa egolatría, se eleva
sobre la silla en la que está sentado dando cátedra de
sabiduría. Levitar al hablar le transporta a la ignorancia
de sus palabras.
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