Ceuta puede presumir de muchas cosas pero este otoño la
buena climatología es protagonista entre los que disfrutan
de la playa. Y es que no es habitual que un 23 de noviembre
haya temperaturas tan agradables que inviten al chapuzón.
Pero así es y en el día de ayer numerosos bañistas se dieron
cita en la playa de la Ribera para disfrutar de sus
aficiones preferidas. Con una temperatura matinal máxima de
18 grados, no fueron pocos los que tomaron el sol e incluso
se bañaron en las ya no tan cálidas aguas del Mediterráneo.
Casi todos los presentes pasaron buena parte de la mañana
dando paseos, bañándose, haciendo ejercicios al aire libre y
practicando algún que otro deporte. Aunque la mayoría de los
bañistas eran jubilados también había matrimonios y
estudiantes que pueden permitirse pasar la jornada
relajados.
Uno de los que no quiso perderse el buen día de playa fue
Pedro, ceutí acostumbrado a disfrutar de la Ribera también
en otoño. En esta ocasión acudió junto a sus amigos y
aseguró que “esto es un remanso de paz y un verdadero oasis
con una temperatura muy buena. Suelo estar unas tres horas
si el tiempo invita y ya por la tarde realizo mis otras
actividades diarias”.
Otro de los bañistas que no quiso faltar a su cita con el
buen tiempo fue Antonio, ceutí que acostumbra a disfrutar de
la playa siempre que el tiempo acompaña. “Me encanta tomar
el sol, charlar con los amigos y bañarme, hoy ya llevo dos.
También damos paseos y hacemos gimnasia en el Caballa. Se lo
recomiendo a todo el mundo porque es algo muy sano y el
cuerpo lo agradece”, comentó sonriente y con aires de
satisfacción.
Y como Ceuta cada vez es más cosmopolita, no podía faltar la
presencia de extranjeros enamorados de la ciudad autónoma
por todo lo que ofrece. Este es el caso de Lia, napolitana
afincada en Ceuta desde hace más de dos años, quien no ha
querido pasar por alto esta oportunidad. Tanto que ya le ha
recomendado a su familia italiana que venga a disfrutar con
ella de las maravillas que ofrece la ciudad de Ceuta. “Me
gusta mucho la playa tanto en invierno como en verano, me
encanta tomar el sol porque me relaja. Espero poder venir
hasta diciembre, menos enero y febrero, el resto del año
suelo acudir todos los meses”, manifestó Lia.
También pasaron un rato agradable un matrimonio joven de
Ceuta que prefirió no revelar su identidad pero sí dieron su
opinión del magnífico día que hizo ayer. “Se está muy bien y
el ambiente como verás es muy relajado, acostumbramos a
venir cada vez que hace bueno. Nos gusta la paz y
tranquilidad que se respira aquí. Esto es el paraíso y los
caballas no saben lo que se pierden cuando no vienen.
Nosotros ya nos hemos dado algún baño esta mañana y alguno
más que nos tenemos que dar”, manifestaron.
Un grupo de jubilados encabezados por Pepe Moreno dio rienda
suelta a su alegría y disfrutaron con una jornada que
calificaron de “extraordinaria”.
Baños cada quince minutos, ejercicios en el Club Caballa y
alguna que otra ayuda a un camarero en apuros fueron sus
ocupaciones en la mañana de ayer. Pepe hizo de portavoz de
la pandilla y contó la anécdota del día. “El muchacho, que
debe estar empezando en su nuevo trabajo, traía el pescado
de ese restaurante en un carrito que iba bien cargado. Pero
en vez de coger por donde el suelo está más firme se fue
escorando cada vez más como si se fuera dirección a la
orilla y llegó un momento en que no podía tirar del carro
porque se quedaba atascado. Así que tuvimos que echarle un
cable para que saliera del apuro”, comentó sonriente.
Las previsiones para el resto de la semana indican que las
buenas temperaturas serán las que marquen la última semana
del mes de noviembre. A buen seguro, este grupo de jubilados
seguirá saboreando su calidad de vida y demostrarán una vez
más que los lunes al sol pueden ser maravillosos.
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