Siempre he procurado ser
respetuoso, mis alumnos pueden dar fe de ello, con todas las
religiones, cos sus costumbres, sus prácticas y con todo
tipo de normas que las envuelve.
Y es que desde hace muchos años he sostenido y sigo
sosteniendo que si yo he nacido en el seno de una religión,
la que sea, ha sido no por iniciativa y deseo mío, sino por
ser hijo de quien era y por haber nacido donde nací y en la
fecha que nací.
En mi pueblo, como en la casi totalidad de Castilla-León, la
práctica totalidad de las personas que han nacido y viven
allí pertenecen a una religión, todos, o casi todos, a la
misma, por lo que a la hora de celebrar o festejar las
normas y costumbres de esa religión hay una total
unanimidad. Aquí en Ceuta es otra cosa.
Cuando España, a través de “sus leyes”, las de entonces,
aparecía como confesional católica, todo iba en torno a
fiestas, ritos y ceremonias de esa religión; no había más
que hablar. Hoy es distinto.
Y como ahora mismo es distinto y en Ceuta, casi a la par, en
cuanto al número, están los que profesan, aunque no
practiquen, el catolicismo y la religión islámica, habrá que
tratar de saber entender esto, para que nadie se vea
menospreciado.
Esto, en principio, no debería y no debe acarrear ningún
tipo de problemas, siempre que unos y otros tratemos de ser
respetuosos con los otros, cosa que viene sucediendo casi a
diario.
Sin embargo, ahora, parece que surge un “mini” problema,
cuando un sector de la población ha pedido que se tenga en
consideración la fiesta de la Pascua del Sacrificio,
poniendo ese día como fiesta escolar.
Aquí es donde surge el problema, en haber marcado un área,
únicamente, con lo que han empezado a tirarse la pelota
entre dos organismos, los unos diciendo que será la Ciudad
Autónoma la que deba marcar la fiesta y la Ciudad Autónoma
respondiendo que Ceuta no tiene competencias en Educación.
Particularmente, creo que aquí si no se llegan a entender no
va a ser por lo religioso, puede ser por otras cuestiones y,
posiblemente, porque el planteamiento debiera ser enfocado a
todos los demás sectores, puesto que no sólo hay niños que
pertenecen a la Religión Islámica, sino también camareros,
militares, albañiles, profesores, abogados, médicos ..., con
lo que al afectar a todos los sectores nadie podría esquivar
el asunto echándoselo al vecino.
Naturalmente, en este asunto, quienes han salido los
primeros, cosa natural por otra parte, han sido los miembros
de UDCE y su líder Mohamed Alí. Desde esta formación
política se tilda de “silencio sospechoso de la Ciudad y el
Ministerio de Educación, ante la posibilidad de trasladar al
día 8 de enero la festividad del Sacrificio”.
Creo que teniendo su punto de razón en UDCE, con esta
apreciación se han perdido en los árboles y no han visto
bien el bosque. Y es que lo del día 8 de enero puede ir y va
por otro camino, que en nada tiene que entorpecer la
celebración de la Pascua del Sacrificio. Esta celebración,
si es que había acuerdo ya de que apareciera en el
calendario de Ceuta, tendrá que aparecer, dejando de lado
otras componendas que, curiosamente, este año parece que se
les escaparon a los sindicatos.
La Fiesta del Sacrificio que, este año cae en sábado, de la
misma forma que fiestas que caen en domingo se pasan al
lunes, podría pasarse al lunes 30 o incluso anticiparla al
viernes 27. Sólo hace falta un poco de tacto, sin más.
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