La nueva Ejecutiva de la Unión Federal de Policía (UFP)
pintó ayer, en rueda de prensa, un panorama desolador de la
Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía (CNP).
La UFP, con su secretaria general Ana Moya a la cabeza,
habló de falta de personal, pero especialmente de las malas
condiciones de las instalaciones, tanto en el Centro
Penitenciario de los Rosales como en la frontera del Tarajal,
si bien, sobre todo, en la Jefatura Superior.
Así, según los sindicalistas, los calabozos de la Jefatura
Superior tienen unas “condiciones laborales bastante
infrahumanas”, ya que “ante todas nuestras reivindicaciones,
la postura tomada por la Jefatura es darnos la espalda; y si
no hay comunicación, habrá que buscar otras fórmulas, vía
Madrid o denuncias públicas en la prensa”, señaló Moya.
“No podemos decir más cosas por motivos de seguridad, pero
tenemos deficiencias para llenar un libro”, concluyó.
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