Tras el merecido descanso que
conlleva el final de numerosos actos sociales, uno no tiene
ganas de entrar de lleno en una polémica situación de
algunos socios de la entidad a la que acude regularmente.
Pero no tiene más remedio que entrar.
La postura de cierto elemento dentro de la Casa de Ceuta en
Barcelona, aunque suele destacar por su no participación
efectiva en cuantas actividades organiza, atacando y
discriminando a otro socio no tendría nada que destacar,
pero incluir en su ataque a la familia de ese socio ya es
otra cuestión.
Por suerte, la propia Casa ha salido en defensa de este
socio atacado y discriminado, poniendo los puntos sobres las
íes.
En otro artículo de próxima edición aclararé el asunto sin
pelos en la lengua.
Ahora entremos de lleno en la vida socio-política de nuestro
bienamado país.
No cabe duda de la enorme deslealtad del principal partido
de la oposición con sus reiterados ataques aprovechando
cualquier coyuntura conflictiva a la que se ve abocado
nuestro Gobierno.
La desvergonzada declaración de la pequeña portavoz pepera
al significar que “…es el mayor fracaso de toda su vida
política”, en referencia a la vice presidenta del Gobierno y
sobre el secuestro del “Alakrana” no deja de ser un zafiedad
rayana en el esperpento.
En vez de hacer causa común con esa indiscutible victoria
como es la liberación de los atuneros, se lía la manta a la
cabeza y la emprende a pitonazos desconsiderados e
imbéciles.
Su jefe, el ya anticuado y pasado Rajoy, no se queda atrás y
pide la reprobación de miembros del Gobierno… para llorar
por la desgracia que tenemos como partido de la oposición.
Deberían callarse.
Como si lo viera: si Rajoy fuera el presidente de nuestro
Gobierno, habría enviado una considerable fuerza militar
para liberar a los pescadores de atún y hubiera tenido como
resultado una auténtica escabechina con salpicaduras por
todos los lados y acaso con pescadores muertos por disparos
propios y extraños. Por desgracia, mi bola de cristal no
suele fallar ni mentirme.
No demos más vueltas al tema. Los pescadores de atún están
sanos y salvos… ¿Qué más queremos? Como no sea que
reciclemos al PP hacía la basura.
Los peperos sólo se dedican y dedicarán a asentarse en
instituciones con sueldazos de miedo antes que a gobernar
efectivamente el país. Sólo miran sus intereses, por encima
de todo lo demás.
Los peperos no paran de dar ejemplo de lo que no debe ser un
partido: montan espectáculos públicos con sus actuaciones
internas, sus insultos, sus espías, sus jodiendas y
moliendas, etc.
Da vergüenza ajena que estos peperos presenten a nuestro
país como el país de los barriobajeros y de hecho estamos
dentro de la lista mundial de los más corruptos y de los que
más insultos personales sueltan en público y desde cargos
públicos.
Quiero formular una pregunta generalizada: ¿Qué han hecho
por el país los peperos desde que están en la oposición?
La respuesta, generalizada también es: ABOSLUTAMENTE NADA.
Ponen en belfa el Estado de Derecho; lían la marimorena con
la lucha antiterrorista, no apoyan la recuperación
económica, tratan de burlarse de los catalanes con promesas
y remedios que saben no los harán, después de recurrir el
Estatut y cabrearse por las medidas de financiación…
Tengamos presente, antes que nada, que la vida de un ser
humano no tiene, nunca, precio alguno y si el Gobierno ha
conseguido salvar a todos los tripulantes del “Alakrana”…
¿qué nos importa el cómo y el cuánto? Lo importante es que
están sanos y salvos.
No podemos decir lo mismo de quienes alquilan aviones
desvencijados y sin seguridad alguna y que conllevan la
muerte de nuestros soldados, de manera tan estúpida, para
encima entregar cadáveres a las familias que no son los
suyos.
¿Estos peperos pretenden gobernarnos?
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