Resulta que la Casa de Barcelona
nos ha concedido el premio “Caballa del año 2009”. Quién nos
lo iba a decir que, al fin, fuésemos premiados por la labor
que desde hace quince años viene realizando muestro
periódico en beneficio de nuestra tierra. Más vale tarde que
nunca que dice el pueblo, no “El Pueblo de Ceuta”, el otro
pueblo, ese pueblo llano del que, cada día, tenemos más
seguidores, por el hacer diario de toda una plantilla
entregada a contar la verdad de lo acontecimientos que
suceden en nuestra tierra, sin poner paños calientes a la
realidad y a la autenticidad de los hechos. Las cosas las
contamos tal y como son.
Que duda cabe que, a todos los que pertenecemos a este su
periódico, ha significado el premio una gran satisfacción
porque, sin duda alguna, es un reconocimiento a la labor
diaria que un equipo de profesionales, capitaneado por
nuestro editor, José Antonio Muñoz, lleva a cabo desde hace
quince años donde, en algunos momentos, se nos ha negado el
pan y la sal, tratando de hacernos la vida poco menos que
imposible. Vamos, en una palabra, queriendo acabar con el
periódico, tratando de que no saliésemos más a la calle a
contar la verdad al pueblo.
Recuerdo una frase, que la tengo grabada en mi cerebro y
que, después de quince años, aún no la he podido olvidar:
“Este periódico va a durar, como mucho, seis meses”. La
frase la celebran riéndose e incluso festejándola, todos los
pelotas aplaudiendo al autor de la misma.
A otros periódicos, donde también presté mí colaboración,
consiguieron cerrarlos. Quisieron hacer lo mismo con “EL
Pueblo de Ceuta”, pero estos personajillos, no se dieron
cuenta de que, al frente de nuestro periódico, estaba José
A. Muñoz, un editor dispuesto a jugarse el todo por el todo
para mantener el periódico abierto.
De aquellos seis meses que nos dieron, han pasado quince
años y aquí seguimos trabajando por y para el pueblo de
Ceuta, que es con la idea que nacimos y por la que seguimos
luchando porque, para el editor, como para todos los que
hacemos el periódico, Ceuta es lo primero.
Por ese amor a nuestra tierra y a la idea de que para el
periódico, Ceuta era lo primero, en vez de vendernos al GIL,
como otros hicieron mirando por sus intereses más que por
los intereses de nuestra tierra, nos enfrentamos al poderoso
hombre de Marbella con todas sus consecuencias.
La lucha fue de las que hacen época y el editor, de este
periódico, tuvo que poner varios millones de las antiguas
pesetas para mantener el periódico abierto y seguir nuestra
particular lucha contra el GIL, porque creímos que no era
bueno para nuestra tierra que cayera en manos de ese grupo.
Auque lo quieran negar, impedimos que sacaran mayoría
absoluta y nuestra campaña, de acoso y derribo, tuvo un buen
final auque, lo tengo que decir, nadie nos agradeció el
norme trabajo y sacrificio que se había hecho desde le
periódico. Es más, con el paso de los años, aquellos que más
no debían, nos han seguido poniendo trabas. Per aquí
seguimos y vamos recogiendo reconocimientos a nuestro hacer
diario: Gracias a la Casa de Ceuta en Barcelona.
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