La consejera de Medio Ambiente, Yolanda Bel se ha referido
ayer, en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, sobre
las consecuencias que pudiera derivarse si el conflicto de
los trabajadores de la Desaladora acaba en huelga. La
consejera advierte que “de ninguna manera” se permitirá que
afecte al suministro de agua a la población
Los trabajadores de la Desaladora, en pleno conflicto con la
empresa, han puesto el 1 de diciembre como fecha en la que
acudir a la huelga de no solucionarse las diferencias
existentes con Cadagua por la renovación del convenio
colectivo. Ante estas circunstancias, la consejera de Medio
Ambiente, Yolanda Bel consideró ayer que la huelga es un
“recurso legítimo” de los trabajadores, pero advirtió que
“de ninguna manera” la Ciudad va a permitir que como
consecuencia de esa situación se vea afectado el suministro
de agua a la población.
“Todos los trabajadores tienen derecho a utilizar la
huelga”, dijo la consejera, “ahora bien esta huelga, si se
lleva a cabo, tiene que estar garantizado el suministro de
agua a la población. Eso tiene que quedar muy claro, porque
la Ciudad no va a consentir que esto ocurra bajo ningún
concepto”, advirtió la titular de Medio Ambiente de la
Ciudad Autónoma.
Inisistió en que los trabajadores tienen derechos y libertad
de manifestarse y de ir a la huelga, pero la misma no debe
afectar a la ciudadanía, “porque los ciudadanos no tienen
nada que ver con que a ellos se les suba uno u otro
porcentaje en sus salarios”.
Dejada clara la postura, la consejera aclaró que no tiene
competencias para intervenir en este conflicto “por ser de
índole privado”, aunque sí ofreció los servicios de la
Ciudad Autónoma para mediar entre las partes en conflicto,
si es algo a lo que están dispuestos tanto los trabajadores
como la empresa, “aunque siempre salvaguardando los
intereses de los ciudadanos”.
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