En muchas ocasiones, y espero
hacerlo muchas más veces, he defendido la indefensión en que
se encuentran los árbitros, especialmente en las categorías
inferiores, en las que se les maltrata, se les ofende, se
les denigra y son vapuleados a las primeras de cambio, sin
tener a su lado a nadie, ni siquiera, en muchas ocasiones, a
su propio Comité.
Eso, en honor a la verdad, “me lleva los demonios”, y pienso
que un Comité serio y responsable, desde las altas esferas,
debería proteger a sus colegiados hasta las últimas
consecuencias, haciendo que, si fuera preciso, a ciertos
clubes no hubiera colegiados que les pitaran.
En esto tendrían todo mi apoyo pero, frente a esto, viene la
parte contraria, como es la desvergüenza de ciertos
colegiados que pitan a equipos de juveniles y desde el
comienzo, hasta el final, barren para casa, de una forma tan
vergonzante que, ellos mismos y no otros, están adulterando
la categoría.
Tengo delante de mí El Pueblo de Ceuta, del pasado domingo,
abierto por las páginas 42 y 43. En ambas páginas se hacen
sendas crónicas de encuentros de juveniles, uno de División
de Honor, página 42 y en la 43 de un encuentro de Liga
Nacional.
Son dos equipos de Ceuta que se enfrentan a equipos de fuera
y en ambos hay colegiados del Comité de Ceuta. Lo que
implica que, en teoría, deberían estar en igualdad de
condiciones, pero no será así, y no lo ha sido porque a uno
de los equipos al UA Ceutí le pitó un buen arbitro que no
barre, ni para dentro ni para fuera, y que pita lo que ve,
lo que hay, con la particularidad de que si se equivoca, es
que se ha equivocado por sí solo, no movido por cierto
“catetismo” que le lleve a inclinarse, tumbarse o
reclinarse, siempre en la misma dirección. Este árbitro,
totalmente imparcial es Ramón Arias.
Con Arias Madrid el UA Ceutí perdió 2-3, pero a nadie he
oído decir que el árbitro estuviera mal. Lo que hubo en el
terreno de juego se reflejó en el resultado final.
En el otro encuentro, también de juveniles, en División de
Honor, pitaba el ínclito Celadero, una vez más. Y lo primero
que veo en la información firmada por una persona seria de
verdad, como es Juanma Navas, es esto:” Poco fútbol,
arbitraje polémico y triunfo caballa”. Más adelante se
dice:” El “goyu” vence al vigente campeón en un partido
deslucido que se “rompe” en el minuto 59 con un gol fantasma
de Mohamed y la expulsión del portero sevillista”.
Esto de momento, y para que nada falte, a seis minutos del
final “falta bombeada al área, Mohamed cae al suelo y
Celadero pita penalti”. El penalti a favor del equipo de
casa y con ese gol vencieron los locales.
Quiero hacer un par de preguntas al Comité de Árbitros de
Ceuta ¿Por qué no pitó Arias Madrid al equipo de División de
Honor? Y una pregunta más ¿Cuántas veces ha pitado Arias
Madrid al Goyu Ryu?. Porque si es que queremos lo mejor para
los equipos de Ceuta pongámosles los mejores árbitros,
árbitros de garantía, de lo contrario es que el Comité de
Árbitros de Ceuta está tolerando su parte correspondiente en
la adulteración que hay en la competición.
Y es que, en este caso, no en otros, el pariente pobre fue
el UA Ceutí que con Celadero, es más que posible que,
hubiera ganado, mientras que el apoyo va siempre desde el
mismo lugar y para los de siempre. Con estas “corruptelas”
no es extraño que no salgan jugadores para poder “fortalecer
la pirámide”. Así sólo se va a amañar. Es lamentable.
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