La jornada del sábado en la Casa de Ceuta en Barcelona fue,
por muchos motivos, especial. Tal como subrayaron todas las
autoridades presentes en la conmemoración del trigésimo
aniversario del Día de Ceuta en la Ciudad Condal, 30 años no
son fáciles de alcanzar en las actividades de una entidad de
esta naturaleza. La Casa de Barcelona, fundada hace 43 años,
es tras la de Madrid, la segunda más antigua y cuenta a día
de hoy con 250 socios. El presentador del acto, Javier
Martí, dio las gracias a los responsables de la Casa “por
sembrar en Barcelona la semilla caballa, regarla y hacerla
crecer”.
Por su parte, el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan
Jesús Vivas, presente en la cena junto al consejero de
Gobernación, José Antonio Rodríguez, y el viceconsejero de
Consumo, Manuel Carlos Blasco, expresó la “satisfacción de
ver cómo la Casa se desarrolla y crece, sobre todo, en
amigos”. También puso el acento en el hecho de que el
trabajo que lleva a cabo esta asociación, con la
organización de múltiples actividades, desde concursos
literarios a la edición de libros -siete en los últimos
cinco años-, lleve aparejado un aumento de su “prestigio”.
El presidente de la Casa, Rafael Corral, aprovechó su
discurso para instar al máximo responsable del Gobierno
ceutí a que “utilice” a esta entidad, pues “quizá no sea lo
suficientemente valorada”, apostilló. “Por eso le digo, que
si somos embajadores de nuestra tierra, utilícenos, si somos
representantes, utilícenos, si servimos como delegación
turística, ténganos en cuenta, recoja nuestras propuestas”,
argumentó, para agregar que su Casa “no es un lugar de
nostalgia, sino de trabajo para Ceuta y para Cataluña”.
Aunque reconoció que quizá no fuera “ni el momento ni el
lugar apropiados”, Corral realizó una petición al presidente
de Ceuta respecto a la necesidad de que se abarate el precio
del transporte marítimo. “Todos nosotros viajamos una o
varias veces al año a Ceuta, nuestra tierra, y no podemos
hacerlo todavía con más frecuencia debido a la subida
desorbitada del precio del ferry”, explicó. Ante el aplauso
del auditorio, Corral solicitó a Vivas que hiciera “todo lo
posible para buscar una solución definitiva”.
Vivas recogió el ‘guante’ lanzado desde la Casa regional
catalana y tras expresar su convencimiento de que sus
miembros y, en general los ceutíes, se merecen “un barco más
barato”, anunció su compromiso de que “los socios de la Casa
de Ceuta en Barcelona y de las otras casas regionales tengan
el mismo precio que los residentes en el billete del barco”.
“Aunqueno nos corresponda poner los precios del barco
-puntualizó-, pondré en marcha los mecanismos desde el
ayuntamiento para en su caso subvencionar ese precio para
que el barco no sea un obstáculo a la hora de encontrarse
con las raíces, con los sentimientos, en última instancia,
de poder encontrarse con esta tierra a la que tanto
queréis”.
Entre las cosas que unen a Ceuta y Barcelona y por parte de
todos los intervinientes en la celebración se destacaron
características como su naturaleza “cosmopolita y abierta”,
así como el nexo de unión que supone el Mediterráneo.
La celebración finalizó con el sorteo de dos billetes de
tren para poder viajar hasta Ceuta entre los socios
participantes en la cena, y un recital de copla a cargo de
Carmen Paredes, ceutí afincada en Cataluña.
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