En Granda donde todo es posible,
ya lo dijo el poeta, se penalizarás con 750 y 3.000 euros la
prostitución callejera. Concretamente, en los artículos 54 y
55 de la ordenanza que han entado en vigor, también se
regula la mendicidad, la música y los mimos en la vía
pública, considerando “muy grave” las conductas tipificadas
si se realizan “en espacios situados a menos de 200 metros
de distancia de zonas residenciales, centros educativos o
cualquier otro lugar donde se realice actividad comercial o
empresarial alguna”.
De esta forma, con la nueva ordenanza, Granada sigue la
estela de Barcelona y se anuncia que pueden seguir la misma
Huelva, Málaga y Sevilla. Como dijo aquel “Señores, se ha
abierto la veda, para acabar, de una vez por todas, de algo
que vienen denunciando la mayoría de los habitantes de los
distintos pueblos y ciudades que configuran el Estado
español.
La ordenanza, en Granada, fue aprobada con los votos a favor
del PSOE y el PP y, como no podía ser de otra forma, la
oposición de IU, a pesar de que la misma es la repuesta que
se da a las movilizaciones de los vecinos de la carretera de
Jaén, zona en la que se acumula prostitución callejera de la
ciudad. Los vecinos denuncian la inseguridad y la suciedad
que traía consigo esta práctica, así como la frecuencia con
la que, al bajar a tirar la basura o pasear a su mascota, se
topaban con prostitutas y clientes ejerciendo en la calle.
Desde que el Mundo, es mundo, el ejercicio del oficio más
viejo de la Humanidad se ha venido ejerciendo, pero no en
lugares públicos, si no en lugares preparados para ello a
los que algunos, para disimular le llamaban cabaret, cuando
no eran más que casa de prostitución.
Al contrario de estos momentos actuales de la prostitución
calleje333333333333333333333333ica, la sanidad de quienes la
practicaban estaba asegurada pues esas mujeres, cada semana,
pasaban un reconocimiento médico, en el que le ponían un
sello en su cartilla asegurando su estado de salud, De no
tener ese sello de autorización, no podían ejercer su
trabajo.
Nunca se podrá acabar con el oficio más viejo del Mundo,
pero sería mucho mejor, sin discusión alguna, crear esas
casas de prostitución, donde esas mujeres ejerzan su trabajo
bajo reconocimiento médico garantizando, de esa forma, su
propia salud y la de sus clientes.
Las criticas, ya lo hemos dicho, como no podían ser de otra
forma llegan desde IU, ONGs como Acoge o la Asociación Pro
Derechos Humanos. Basando sus criticas el que se haya
adoptado “por la represión y no por la convivencia.
Por lo visto los Derechos Humanos sólo los tienen las
prostitutas, los vecinos que denuncian, esos no tiene
Derechos Humanos que valgan un pimiento. ¡Igual se han
creído los vecinos que ellos son humanos!. “No hay que
adoptar por la represión si no por la convivencia”. Pues
nada a convivir con ellas. Se las lleva uno a su casa con
cliente incluido, le cede su dormitorio y a convivir que son
tres días. Por favor, si terminan por la mañana, para que
vean la convivencia, no olvidarse de darles el desayuno. ¿O
no?
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