Pero con demasiada claridad, que es lo que necesitaba la
situación actual, por la que está pasando Ceuta estos días.
Esto hace que la entrevista con el presidente de la Ciudad,
Juan Vivas, en la Televisión Pública de Ceuta, haya tenido,
por sí sola, un valor muy especial, en cuanto que han
quedado varias cosas claras que, por otra parte, nadie
dudaba. La primera, en palabras del propio presidente de
Ceuta:” No voy a hacer ninguna declaración sobre el vídeo,
pero ni he promovido, ni he consentido, ni he grabado ese
vídeo. No he sido parte activa en ello”. Manifestaciones
tajantes y negaciones más tajantes aún, respondiendo a
quienes, directa o veladamente, han querido meter al propio
Juan Vivas en todo ese barrizal, en el que no ha entrado, no
entra y no va a entrar, en momento alguno.
Una segunda cuestión que ha querido dejar clara el
presidente de Ceuta es que el tratamiento, desde su
perspectiva, que ha hecho Carracao (no el PSOE de Ceuta) no
ha sido, ni de lejos, del agrado de Juan Vivas, por lo que
decía:” Censuro que Carracao haya usado esto para tratar de
atentar sobre mí con difamación, por las imputaciones falsas
que me atribuye”.
Hasta aquí quedaba muy claro todo, se entiende, incluso, por
los menos avezados y menos informados de todo lo que ha
pasado en estas dos últimas semanas.
Y dejando de lado la rotundidad con que se refirió a las
palabras o hechos de Carracao, en todo lo demás estuvo, como
siempre, afable, con talante tranquilo y diciendo lo que le
interesaba decir o dejando traslucir aquello que no quería
decir, pero deseando que se le entendiera.
El vídeo fue el caballo de batalla, especialmente, en la
primera parte de la entrevista y desde sus primeras
palabras, el término prudencia salió en varias ocasiones:”
He mantenido una postura basada en la prudencia y no debo
cambiarla, por tanto no voy a hablar sobre ese vídeo”.
Él no iba a hablar sobre el vídeo, pero ya quedaba claro que
ese vídeo existía y él “parece que” lo conocía.
Naturalmente, aunque fuera la Televisión Pública, no era el
foro más adecuado para hablar o decir todo lo que uno
quisiera sobre un asunto que ya ha entrado en los juzgados y
como este problema partía de una vertiente de índole
política, pero ha pasado a otra vertiente de índole
judicial, aquí quedó de manifiesto quien es y como actúa
Juan Vivas:” Me presto a colaborar en aquello que la
Justicia me pida”. Y dentro de la prudencia, pero no
ambigüedad, Juan Vivas soltó la prenda más importante de
toda la entrevista:”La prudencia tiene como límite colaborar
con la Justicia y allí contaré todo lo que sé”.
En definitiva que, oscurantismos no, pero decir cualquier
cosa en la barra de un café, tampoco. El presidente de la
Ciudad, que sabe mucho más de lo que dice, de todo esto,
guardará silencio para no distorsionar la imagen de la
institución del Gobierno de la Ciudad, pero cuando con sus
manifestaciones salga reforzada esa imagen, no hay duda de
que hablará, a pesar de:” No estoy en condiciones de poder
afirmar nada, pero sí de poder negar”.
Aquí, cada uno podrá hacer una lectura, pero en el fondo
está eso que sí quiso decir y sí dijo:” El Gobierno ha
solucionado en tiempo record las consecuencias y lo que más
lamento es el impacto negativo que haya podido tener la
institución”.
Esto no es nuevo, es algo que ya en otros momentos ha dicho
el presidente de Ceuta, a lo largo de los últimos días, así
como que “ha sido una situación sobrevenida, no deseada, no
esperada y en ella hemos actuado con mucha prudencia”.
Otra vez el término prudencia a escena, antes de rematar
otra expresión, alocal y atemporal:” el ámbito privado,
privado es”. En clara alusión a que en esas acusaciones no
se ha podido llegar a demostrar que paralelamente se
llevaran a cabo realizaciones o tráficos de influencia, a
nivel institucional.
Es lo que le preocupa y ha preocupado más, lo institucional,
de lo particular él no iba a decir y no dijo nada, de lo
institucional sí:” Escándalo salpicado a nivel nacional,
pero sin prudencia hubiera salpicado más”.
Cuando uno mira de reojo todo esto no se le escapa a nadie
que un cambio emocional sí que puede darse en el Gobierno y
Juan Vivas reconoce que:” no somos máquinas, somos personas
y estos sobresaltos te afectan en el ámbito anímico”, para
seguir :” en las líneas estratégicas no habrá afectado todo
esto, a pesar de las diferencias de carácter y
temperamento”.
Llegado a este punto ¿Cómo le ha afectado al presidente de
la Ciudad Autónoma?, desde luego, horas de sueño sí que le
ha quitado:” He sido más víctima que actor en esto”, pero no
por ello se va a cerrar en bandas hacia cualquiera de los
que están con él: “tengo confianza en todos los que me
acompañan en la labor de Gobierno”, a lo que no podía faltar
quien le recordara que en algún momento él había dicho:” mi
vida política va unida a la del señor Gordillo”. Era este un
disparo al centro de la diana que, sin embargo, Juan Vivas
supo esquivar:” Fue pronunciada en la celebración de un
congreso del partido; la relación era política, no tenía
otra cosa que me comprometiera”.
No sé si era el momento más oportuno, pero a lo mejor, en
los próximos días no había tiempo para hablar , con varios
medios de comunicación en frente, y en esa situación Juan
Vivas dijo lo que podía decir, otras cosas las marcó, y muy
claramente, entre líneas.
Prudencia, sí. Claridad y compromiso con la institución,
también, la tuvo.
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