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En una concentración ante la puerta del Palacio Autonómico,
cerca de una veintena de trabajadores de la desaladora,
representados por Comisiones Obreras (CCOO), pidieron ayer
que la Ciudad Autónoma intervenga para desbloquear la
negociación de su Convenio Colectivo con Cadagua, empresa
concesionaria de la explotación de la planta. Los
trabajadores, que tienen convocada una huelga para el día 1
de diciembre, continuarán en los próximos días con las
movilizaciones.
Juan Miguel Ahumada, presidente del Comité de Empresa de la
planta desaladora que explota Cadagua, lamentó ayer que,
tras las primeras concentraciones y la convocatoria de una
huelga para el día 1 de diciembre, “no hay comunicación de
la empresa desde el día 20 de octubre”, por lo que se está
generando malestar entre los trabajadores.
Por ello, el presidente del Comité de Empresa de la
desaladora, de CCOO, adelantó que seguirán durante todo el
mes con las reivindicaciones en forma de concentraciones
para desembocar en la huelga el próximo día 1 si no hay
movimiento por parte de Cadagua.
Las reivindicaciones de los trabajadores son una subida
salarial del 2 por ciento para 2010 –la empresa ofrece un
1,4%– y otro 2% para el año que viene y la empresa ofrece el
IPC “y el IPC va a ser negativo”, auguró el sindicalista.
En la negociación del Convenio Colectivo para la planta,
CCOO pide también algunas mejoras sociales como tres días de
asuntos propios, “que ahora no tenemos ninguno”, se quejó.
“No pedimos mucho, no es una exigencia fuerte”, opinó
Ahumada, “pero no se ve color por parte de la empresa de
llegar a un acuerdo”.
Por otro lado, el presidente del Comité de Empresa recordó
que los trabajadores tendrán que hacer frente a facturas
atrasadas de agua por valor de 4.200 euros por cabeza, si
bien tienen presentadas alegaciones a Servicios Tributarios.
Dichas alegaciones, según ha podido saber EL PUEBLO,
argumentan que es responsable quien dio la orden verbal de
dejar de cobrar el agua a los trabajadores de Acemsa y la
desaladora, que, según el sindicalista, se produjo en una
reunión entre Manuel Gómez Hoyos e Isidro Hurtado de Mendoza
en el despacho del presidente de la Ciudad.
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