La II Jornada de Salud organizada por la Consejería de
Sanidad y Consumo de la Ciudad Autónoma reunió ayer en el
Hotel Ulises a los más reconocidos expertos en materia de
sobrepeso y obesidad. Un problema de salud que preocupa a la
Consejería por su extensión entre la población ceutí y que
fue abordado desde múltiples perspectivas y disciplinas.
Desde la epidemiología a la medicina interna o del deporte,
pasando por la antropología social y cultural o la
psicología. En total, nueve profesionales expusieron sus
ponencias en unos salones donde abundaba el público joven y
afectado por el problema de la obesidad.
En la jornada sobre Sobrepeso y Obesidad que celebraba la
Consejería de Sanidad en el Hotel Ulises no faltó ni un sólo
prisma profesional a la hora de abordar una de las
consideradas epidemias del siglo XXI.
Interesante fue la aportación de la psicóloga de la Unidad
de Nutrición del Hospital La Paz de Madrid, donde se atiende
a pacientes con comorbilidades físicas y psicológicas. “Los
más difíciles de tratar son los ‘comedores nocturnos’, hay
pocos tratamientos que funcionen. Son pacientes con un ritmo
biológico especial y un arraigo biográfico en darse
atracones durante la noche. Aquí hay que trabajar la
impulsividad”, explicó la psicóloga.
Para esta experta, el principal hábito que se debe cambiar
es la sobreingesta emocional: personas que comen porque no
saben qué hacer, carecen de hobbys, manifiestan
insatisfacción...
También pueden tener problemas de relación si aparece dañada
su imagen corporal, lo que conduce el aislamiento. Con todo,
como matiza Helena García, “la obesidad viene inducida por
problemas de trastorno adaptativo, pero no de psicopatología.
Los obesos no son pacientes de salud mental”.
El psicólogo puede aportar al paciente obeso sobre todo
apoyo emocional, según esta experta, porque “viene con una
experiencia de sufrimiento y sentimiento de castigo derivado
del juicio de algunos sanitarios. Pero esto está cambiando”.
Desde el ángulo de la antropología social y cultural, el
profesor de Enfermería Quirúrgica de la Escuela de
Enfermería de Ceuta, Ángel Quero, traslada la
responsabilidad sobre el problema del individuo a las formas
modernas de ocio, de desplazamiento, de trabajo y de
cocinar, que “se muestran como un lujo de la modernidad pero
que confluyen para fomentar las vidas sedentarias y con poca
carga física”.
Además, continuó explicando a EL PUEBLO el antropólogo, se
aprecia una gran contradicción entre el canon de belleza que
promueve la publicidad y los azúcares y comidas basura que
también ofertan, “lo que puede frustrar a muchos jóvenes en
su pugna por consumir y mantener el canon”.
De todos modos, no todas las culturas consideran la obesidad
una enfermedad. En algunas pueden adquirir incluso un
carácter sagrado.
En la tribu de los nuer, en el este de África, se encierra a
la mujer a los ocho años sin que ejecute ningún trabajo en
el campo ni en el ganado, se la alimenta con leche y
cereales hasta que va adquiriendo lo que aquí se considera
obesidad mórbida. Así es como resultan más atractivas a los
hombres, que suelen ser atléticos y apolíneos.
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