El presidente de la Ciudad defendió ayer que los consejeros
en los que han recaído las responsabilidades que dejó
vacantes la dimisión de Gordillo, tienen “capacidad
suficiente para asumir el reto”. De esta manera se refirió
Vivas a la situación en la que ha quedado su Gobierno tras
la crisis abierta con la renuncia de su vicepresidente, que
si bien ha afectado “emocionalmente” tanto a él como al
resto de miembros del Ejecutivo, se ha dado por cerrada con
una reorganización que atiende a razones de índole económica
y de “afinidad” de materias. Dado que restan 18 meses de
legislatura, lo que definió como una “última fase”, el
presidente no ha considerado oportuno sustituir a Gordillo.
También aseguró Vivas, a preguntas de los periodistas
presentes en el debate de RTVCE, tener “plena confianza en
los miembros de su gobierno, pues “esto no tiene nada que
ver con la corrupción política”, de la cual enumeró varios
ejemplos, sino que se trata de “un presunto acoso sexual” .
En cuanto a la situación en la que queda el Partido Popular
bajo su presidencia y a la existencia de militantes “gordillistas”,
Vivas subrayó el hecho de que su nombramiento se produjo
“por aclamación y unanimidad de una Junta que fue designada
por el señor Gordillo”. Además, significó que se ha sentido
respaldado tanto por la Dirección nacional del partido como
por los parlamentarios nacionales ceutíes, el Grupo Popular
en la Asamblea, e incluso Nuevas Generaciones. No obstante,
señaló que “habrá que hacer un Congreso”, para resolver la
presidencia del PP, algo a lo que afirmó no tener “miedo”.
En cuanto a si la diferencia de carácter y talante que se
atribuía a Gordillo respecto a los suyos, más “moderados”,
supondrá un cambio en la forma de actuar del Gobierno,
afirmó que esas diferencias de manera de ser “no repercuten
en cuestiones de gestión diaria”.
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