Un enfrentamiento entre dos ‘varillas’ en la zona del puerto
derivó en la tarde de ayer en un secuestro con agresión de
uno de ellos, un ‘indocumentado’ argelino, quien fue llevado
al Príncipe y abandonado posteriormente en el monte García
Aldave. El agredido, que fue atendido en el Hospital de Cruz
Roja de sus lesiones, denunció además que le robaron una
furgoneta que tenía a su cargo.
Un hombre de mediana edad recibió ayer una fuerte paliza
tras tener una trifulca con un joven derivada de su trabajo
como aparcacorches en la zona del puerto y las zonas
comerciales de los alrededores.
Tras la discusión a primera hora de la tarde, la víctima
siguió trabajando y media hora después supuestamente regresó
el jóven con unos amigos, quienes le metieron a la fuerza en
un coche y le llevaron hasta la barriada de El Príncipe.
“Yo no sabía lo que estaba pasando, me dieron una paliza y
mientras me pegaban patadas conseguí escaparme, pero a los
200 metros me alcanzaron de nuevo y me volvieron a meter en
el coche”, en declaraciones recogidas por EL PUEBLO cuando
el hombre estaba siendo atendido en la zona en la que le
abandonaron posteriormente.
Los cuatro jóvenes volvieron a propinarle otra agresión,
esta vez en la zona de García Aldave, donde finalmente le
abandonaron.
La víctima explicó que, malherido, tuvo que arrastrarse
desde el descampado hasta la carretera para solicitar
auxilio dado su estado.
Dice que tuvo suerte, ya que pasó un coche cuyo conductor
paró y le ayudó llamando a la Guardia Civil y a los
Servicios de Emergencia, a los que esperaron en la cafetería
del Mirador de Isabel II. Allí los responsables del
establecimeinto le pusieron unas mantas e intentaron
tranquilizarle ya que no dejaba de llorar “y se quejaba
constantemente de los dolores”.
El agredido denunció ante la Guardia Civil además que le
habían robado una furgoneta que tenía a su cargo en la zona
del puerto, por lo que tenía las llaves.
A última hora de ayer, la Guardia Civil investigaba la
veracidad de la declaración del hombre, que no ha sido capaz
de identificar a sus captores, y buscaba la furgoneta.
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