He dicho muchas veces que soy del
Madrid pero que detesto todas las incongruencias que se
escriben relacionadas con el juego del equipo. Y es verdad
que Dios da nueces al que no tiene muelas y muelas al que no
tiene nueces.
El refrán se lo podríamos aplicar a muchos de los
periodistas que escriben desde tribunas destacadas sin tener
la más mínima idea de fútbol. Un deporte del cual se
permiten hablar ex cátedra incluso quienes no saben sus
fundamentos.
Sobre todo en el ‘Diario AS’ y ‘Marca’; periódicos
capitalinos cuyos opinantes por el mero hecho de vivir en
Madrid se creen en posesión de unos conocimientos que no
tienen. Puesto que casi todos ellos son ladrones de oído.
A veces me pregunto ¿qué sería de tales periodistas si en
vez de vivir en Madrid vivieran en Chiclana? ¿Los tomaríamos
en serio? Y llego a la conclusión siguiente: que
posiblemente en Chiclana, por ejemplo, hay gente que sabe
mucho más de fútbol que esos adocenados que residen en la
capital de España.
Sin embargo, eso de vivir en el centro de la piel de toro
concede un valor añadido a los ojos provincianos de España.
Ver la realidad, como dijo Antonio Burgos hace ya
mucho tiempo, a través de estos observatorios obligados
llega a veces a ser una forma organizada y colectiva de
ceguera.
Los periodistas madrileños, aunque sean nacidos en Cabra,
dieron en la manía de que el Madrid necesitaba los servicios
urgentes de Xabi Alonso. E hicieron campaña a favor
de que Florentino Pérez se gastara los cuartos para
convencer a los dueños del Liverpool y a Benítez de
que accedieran al traspaso del futbolista guipuzcoano.
Futbolista a quien se le han atribuido unas cualidades de
las que carece. Y, claro, una vez que le han otorgado tales
excelencias, quienes lo hicieron, que son muchos, no quieren
dar marcha atrás. Xabi Alonso, lo diga Relaño,
Roncero, Guasch, o el de la moto, es un jugador
sobrevalorado. Porque ni defiende bien ni tampoco es
decisivo como jugador de ataque.
Y me explico: en Primera División, y mucho más en la Liga
considerada de las estrellas, muchos jugadores son capaces
de hacer cuatro cambios de orientación en un encuentro. Pero
si a ese menester no le suman capacidad defensiva, buen
sentido táctico, y un golpeo de balón capaz de ponerles los
balones a los compañeros en disposición de remate, suelen
quedarse en nada. Y de esa guisa hay montones de futbolistas
en las diferentes categorías.
Como bien decía Baresi fechas atrás -que fue el más
grande ‘libero’ mundial, durante una época-, el fichaje de
Xabi Alonso ha sido un deseo de Valdano para darle
gustirrinín a unos periodistas del foro, que viven
obsesionados con hacerles creer a los lectores que son ellos
quienes imponen sus caprichos.
Los periodistas madrileños, salvo excepciones, no saben una
papa de fútbol. Si supieran, créanme, habrían visto ya cómo
la posición de Lass –el mejor fichaje del Madrid en muchos
años- en el campo es errónea. Ya que es él quien tendría que
estar jugando por delante de los defensores, como escudo de
ellos. Y no un Alonso que defiende poco y mal. Lo cual se
acentúa cuando los rivales dominan. Pero tengo la sensación
de estar predicando en el desierto. Y es que de fútbol cree
saber hasta el director del ‘AS’.
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