Más de 4.000 euros por el presunto delito de abandono
familiar y el abono de todas las mensualidades no
satisfechas desde 2007 fueron las penas solicitadas por la
fiscal y la acusación particular para un hombre que en su
defensa alegó no haber pasado las pensiones alimenticias al
no haber trabajado durante años.
La magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 sentó ayer en
el banquillo de los acusados a un hombre por un presunto
delito de abandono familiar, con antecedentes penales por el
mismo en años anteriores.
La peticiones de condena tanto de la representante del
Ministerio Fiscal en la ciudad como del letrado de la
acusación particular ascienden al pago de 4.320 euros por el
supuesto delito y el abono de todas las mensualidades no
satisfechas como responsabilidad civil. Por su parte, la
abogada de la defensa solicita la absolución del imputado
aportando contratos de trabajo con fecha reciente y
defendiendo el argumento de que su cliente había sido
insolvente durante años al haber estado bajo tratamiento por
su adicción a las bebidas alcohólicos, reconocido este
alegato por el acusado durante sus declaraciones en el
juicio oral.
El interrogatorio comenzó ayer en la sala del Juzgado de lo
Penal con las preguntas formuladas por la fiscal, quien puso
de manifiesto que, según el convenio regulador mantenido por
ambas partes tras el divorcio en enero de 2006, el acusado
debía abonar todos los meses 360 euros como pensión
alimenticia para sus hijos y que dicho pago sólo se había
efectuado desde abril de este año.
“Antes de firmar este contrato, estuve en una empresa tres
meses pero sólo cobraba 450 euros así que no podía afrontar
el abono ya que tengo otra familia que sustentar. Todos
estos años he sido involvente porque no he trabajado ya que
estuve bajo tratamiento por mi adicción a las bebidas
alcohólicas. Y mis padres fueron los que me ayudaron a
mantener a mi familia actual, dándome alojamiento, comida y
escaso dinero para ropa pero nunca le pedí más porque
demasiado habían hecho por mí”, relató el acusado. Por su
parte, el letrado de la acusación cuestionó el que durante
años hubieses mantenido una familia de tres miembro sin
tener un empleo a lo que este reiteró que había sido la
familia “la que aportaba dinero y se lo daba a mi mujer
porque no confiaban en mí hasta ahora, que mi padre me ha
contratado en el polígono del Tarajal como dependiente”.
Tras concluir la intervención del imputado, ambas partes
interrogaron a la denunciante, ex mujer de este desde enero
de 2006. Durante su relato de los hechos, la declarante
aseguró no haber recibido dinero del padre de sus hijos
durante todo este tiempo y confesó haberlo visto conduciendo
vehículos de alta gama. “En todos estos años he podido sacar
a mi familia gracias a mi trabajo en Cruz Blanca,
levantándome a las seis de la mañana y buscándome la vida.
Nunca, hasta hace unos meses que comprobé que se habían
efectuado unas transferencias de 300 euros, recibí dinero
por parte de él ni de su familia cuando precisamente su
padre tiene varios negocios y es una persona con
posibilidades. Nadie me ha dado nunca un solo euro”, confesó
la denunciante. Después de las conclusiones relatadas por la
fiscal, la acusación particular y la defensa, la magistrada
dio por concluido el juicio, pendiente de sentencia.
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