La cordialidad reinante en las
relaciones políticas iniciadas entre Mohamed Alí y Juan Luís
Aróstegui el pasado año han sufrido su primer desencuentro
con motivo de las importantes negociaciones emprendidas
entre la UDCE y los diferentes organismos y asociaciones
sindicales representativas del profesorado en relación a la
señalización de un día festivo en el calendario escolar al
objeto de permitir la celebración en la ciudad de la Pascua
musulmana del Sacrificio.
Petición reiterada durante años por esta formación política,
emblema de sus reivindicaciones religiosas, que tras
conseguir el respaldo de todos los grupos políticos con
representación parlamentaria ha recibido un importantísimo
varapalo proveniente de su socio político, en esta ocasión,
desde la vertiente sindical. El motivo de la disputa podría
resumirse en una sola palabra “aróstigada racional”.
El Pleno de la Asamblea estableció como día festivo en el
calendario de la ciudad el 28 de noviembre, que en esta
ocasión, coincide con un sábado por tanto, dicha festividad
quedaría anulada. Subsanar esta problemática sería tan
sencillo como trasladar dicha festividad al lunes 30 de
noviembre, manteniendo el significado de dicha celebración.
Decisión completamente discordante con la formulada desde la
Junta de Personal Docente, liderada por Juan Luís Aróstegui,
quienes argumentan su traslado al viernes 8 de enero de
2010.
Argumentos legítimos los esgrimidos por ambas partes aunque,
evidencian el claro distanciamiento producido en una
cuestión prioritaria para esta formación de ideología
claramente religiosa liderada por Mohamed Alí.
Circunstancia, que pone de manifiesto el grado de dificultad
que supone entablar conversaciones políticas entre dos
formaciones diferenciadas por las creencias religiosas y
culturales.
En definitiva, una vez más, se ha demostrado la profunda
vinculación existente entre las creencias religiosas y la
supuesta ideología política que impregnan de contenidos el
proyecto político de la formación liderada por Mohamed Alí.
Un partido político cuyas raíces profundizan en el libro
sagrado y cuyas peticiones se reducen a todo aquello que
afecta a un determinado colectivo alejándose totalmente del
interés general. Espero y deseo por el bienestar de todos
los ceutíes, que nuevos aires impregnen a quienes lideran la
oposición política al Ejecutivo de la ciudad.
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