Los 5.000 metros cúbicos que deja el barco aljibe cada día
en los pantanos de Ceuta sin que se consuman de manera
inmediata está permitiendo a los embalses del Renegado y el
Infierno recuperar sus reservas y ya son más de 280.000 los
metros cúbicos de agua acumulada. Los pantanos ceutíes
superan así en más de 100.000 metros cúbicos su reserva
estratégica, situada en los 180.000, que resulta vital para
mantener el ecosistema de los embalses y para hacer frente a
cualquier situación de auténtica emergencia que se produjera
en la ciudad. De bajar hasta el 7%, los embalses se
encuentran hoy al 12’33% de su capacidad.
La situación de alerta se aleja conforme el buque aljibe
contratado por la Ciudad Autónoma ha comenzado a evacuar el
agua transvasada desde el otro lado del Estrecho, así que
todo parece hacer pensar que Ceuta no volverá a la situación
anterior a 1998, cuando no se disponía de suministro hídrico
durante las veinticuatro horas del día.
A fecha del pasado viernes, los pantanos del Renegado y el
Infierno acumulaban ya 281.596 metros cúbicos de agua
embalsada, y ello sin que apenas hayan caído unas gotas de
lluvia durante lo que se lleva de otoño.
Los embalses ceutíes se encuentran, por consiguiente, a más
de 100.000 metros cúbicos por encima de su reserva
estratégica, estipulada en los 180.000 metros cúbicos, de
manera que, de momento hay agua para abastecer a los
ciudadanos gracias al agua transvasada por el barco aljibe
pero, sobre todo, a la desaladora, a la que los pantanos
sirven más que nada de complemento.
El punto crítico se ha superado. Frente a unos pantanos que
llegaron a estar en sus peores momentos casi al 7 por ciento
de su capacidad, el agua transvasada desde Algeciras permite
hoy disponer de unos embalses ocupados al 12,33 por ciento.
Los pantanos del Renegado y el Infierno sólo proporcionan
3.000 metros cúbicos de los 30.000 que consume la ciudad a
diario. Considerando que el barco aljibe ha estado
transvasando 8.000 metros cúbicos cada día a los embalses,
5.000 han ido quedando acumulados hasta situar la cantidad
de agua embalsada muy cerca de los 300.000 metros cúbicos.
Superar con comodidad la reserva estratégica de la ciudad
era vital porque los 180.000 metros cúbicos en depósito son
imprescindible para mantener los ecosistemas de los pantanos
y para poder atender cualquier situación de auténtica
emergencia que se presentara en la ciudad.
Con anterioridad a la llegada del barco aljibe, la Ciudad
tuvo que reducir la cantidad de agua suministrada a los
hogares, empresas y servicios públicos ceutíes en 7.000
metros cúbicos diarios, lo que indefectiblemente derivó en
la aplicación de restricciones a determinadas horas del día.
Con todo, nunca se ha llegado a la situación anterior a
1998, cuando el consumo, producto de las medidas de
racionamiento, estaba situado en los 20.000 metros cúbicos
diarios. Ahora toca ampliar la desaladora y esperar a las
lluvias.
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