Con fecha del 20 de octubre pasado, el obispo de Cádiz y
Ceuta, emitió un comunicado sobre la vida, con un objetivo
concreto: “iluminar las conciencias de los católicos y
personas de buena voluntad de Cádiz y Ceuta” ante el
“Proyecto de Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva y
de la interrupción voluntaria del embarazo”. En cuatro
párrafos recuerda los criterios claros que un católico debe
tener en cuenta en esta nueva situación que se avecina.
1º. Lejos de ser un derecho, el aborto es, por el contrario,
“un atentado contra el derecho fundamental a la vida”. No se
puede legitimar dicho “crimen execrable” no sólo desde la
ley divina sino tampoco teniendo presente el derecho
natural.
2º. Al hijo concebido le asiste el derecho natural de nacer
y vivir. Defender la vida humana y el derecho a vivir son
obligación de la autoridad. Y son los poderes públicos,
partidos políticos e instituciones sociales quienes deben
ofrecer medios de protección a la maternidad, especialmente
ante las situaciones difíciles y dolorosas de un embarazo no
deseado o de desamparo de la mujer.
3º. Para los cristianos, la vida es un don de Dios. Por
ello, es un deber de conciencia no permanecer indiferentes
ante este hecho, sino que “hemos de oponernos activamente
con todos los medios legales y pacíficos a nuestro alcance”.
Los políticos cristianos en comunión con la Iglesia no deben
“colaborar activamente con su voto para que dicha Ley sea
aprobada en el Parlamento”. Refiriéndose a los profesionales
de la salud, ante el aborto les anima a postularse
activamente con la objeción de conciencia. La disciplina de
partido no puede prevalecer sobre la conciencia personal y
las convicciones morales.
4º. Por último, recuerda que “el derecho a la vida no es una
concesión del Estado”. Ya existía con anterioridad a él. La
obligación del Estado es tutelar dicho derecho. Y si no
quiere mantenerse en la frontera del totalitarismo, deberá
gobernar y legislar respetando los valores morales de la
inmensa mayoría de la población (no sólo legitimando las
reivindicaciones de grupos minoritarios), que se expresó de
forma multitudinaria, ejemplar, cívica y pacífica en la
manifestación por la vida del pasado día 17 en Madrid.
Ante tanto como se está diciendo y escribiendo sobre el
tema, que provoca confusión más que cualquier otra cosa, el
Pastor de la Diócesis ha querido arrojar un poco de luz
desde la ley divina y desde la ley natural para ayudar a los
católicos y demás personas que lo deseen, a tener criterios
claros respecto al tema. La carta puede verse en su
totalidad en la siguiente dirección web: http://www.obispadodecadizyceuta.org/
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