La asociación de vecinos de San Antonio cree que se podrían
aprovechar los trabajos que se están acometiendo en el
Parque de San Amaro para soterrar el tendido eléctrico de su
barrio. La parálisis en que ha decaído la rehabilitación de
la carretera es otro de los temas que quiere tratar con el
consejero de Fomento.
Los vecinos de San Antonio siguen luchando por la
recuperación de su barrio y van a exponer ahora al Gobierno
autonómico que se aprovechen las obras que se están
acometiendo en el Parque de San Amaro para soterrar el
tendido eléctrico que proporciona luz al enclave.
El presidente del ente vecinal, Ignacio Becerra, asegura que
las obras de San Amaro llegan hasta el mismo límite de San
Antonio y que la operación es perfectamente factible, porque
además hay terrenos propiedad del Ayuntamiento por donde
también transcurre la red eléctrica de forma aérea.
Es una de las cuestiones que planteará hoy al consejero de
Fomento, Juan Manuel Doncel, con el que tiene pensado
reunirse para abordar la parálisis en que han quedado los
trabajos de recuperación de la carretera, tras la ruptura de
la tubería del agua producida la semana pasada.
De hecho, la posibilidad de soterrar el tendido eléctrico de
San Antonio ya fue planteada al consejero de Equipamientos
Urbanos y Barriadas, Gregorio García Castañeda, en unas
condiciones muy ventajosas para el Ayuntamiento:
La empresa de alumbrados Eléctrica de Ceuta se comprometía a
introducir los tubos con el cableado si el Ayuntamiento se
encargaba de la zanja necesaria para soterrar dichos tubos.
Aunque la propuesta fue, en principio, bien recibida, la
Ciudad Autónoma retrocedió después alegando que se trataban
de demasiados tubos, siempre según el relato de Becerra.
De hecho, el gerente de la empresa de alumbrado tiene otros
asuntos pendientes en el barrio de San Antonio, como las
enormes grietas que amenazan al transformador de luz allí
ubicado desde que se produjeron el incendio y las
inundaciones que arrasaron el enclave hace poco más de un
año.
Sin embargo, los vecinos tienen más urgencia en que se
arregle la carretera situada tras la antigua discoteca
estival de Las Cuevas, que después de los primeros trabajos
de Corsán-Corvián ha quedado ya totalmente inutilizada.
Las esperadas obras empezaron la semana pasada pero tuvieron
que detenerse porque la vieja tubería de conducción del agua
no resistió la vibración de las máquinas perforadoras,
dejando sin suministro de agua al barrio durante día y
medio. Y ya no han vuelto las máquinas.
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