Tres años y ocho meses de prisión y 87.324 euros con tres
días de responsabilidad personal subsidiaria fueron las
penas dictadas por el magistrado del Juzgado de lo Penal
número dos para un transportista que reconoció ser el autor
de un delito contra la salud pública, recogido en el
artículo 368 del Código Penal.
Los hechos se produjeron el 10 de octubre, sobre las tres y
veinte de la tarde, en la zona de preembarque de vehículos
de la Estación Marítima mientras los agentes de la Guardia
Civil cumplían las funciones específicas de dicho puesto.
Ante la inspección realizada por el can, los agentes
sospecharon que el camión interceptado albergara droga y
efectivamente, localizaron 63 kilos de resina de hachís que
iban ocultos en la rueda de repuesto, distribuidos en 70
bloques. El transportista, que se dirigía a Galicia,
reconoció su culpabilidad ante tal suceso y hará frente a la
pena privativa de libertad dictada ayer por el magistrado.
En el segundo procedimiento, también referente a un delito
contra la salud pública, el acusado reconoció haber cargado
la droga localizada en su vehículo en la barriada del
Príncipe e intentar trasladarla a la península pese a que
eran casi tres kilos de sustancia estupefaciente que iban
escondidos en diferentes habitáculos del vehículo,
interceptado por la Guardia Civil en el puerto ceutí.
Por tales hechos, el procesado hará frente a tres años y un
día de prisión y el pago de 4.097 euros con tres días de
responsabilidad personal subsidiaria, penas dictadas por el
titular del Penal tras la conformidad del propio imputado.
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