En referencia al artículo publicado en la edición del
miércoles, referente a los toxicómanos y la unidad de
dispensación de la metadona, me veo en la obligación de
manifestarle mi indignación, no exenta de estupefacción, al
respecto de las manifestaciones de la Dra. R`Kaina.
Tal parece que es la única que tiene el derecho a
preocuparse por sus pacientes, aún a riesgo de hacerlo en
detrimento que tienen los otros (nosotros nunca utilizaremos
el término “bando”) a recibir la atención sanitaria
adecuada. Porque no olvidemos que cuando algún toxicómano
exigente altera el orden debido en un Centro de Salud, se
ven afectados “todos” los pacientes. No solo el personal del
Centro. Y nosotros también exigimos que nuestros pacientes
sean atendidos, y poder hacerlo adecuadamente.
Dra. R´Kaina: Parece que tiene Vd. un concepto de riesgo
profesional muy peculiar. Estoy seguro que no tengo que
explicarle que el riesgo de un bombero es quemarse (NO
recibir un disparo). El de un policía es ser agredido cuando
se enfrente con un delincuente (NO sufrir un atentado
terrorista). Y el del personal sanitario y parasanitario es
pincharse accidentalmente con una aguja o sufrir la
transmisión de una enfermedad contagiosa (NO sufrir una
agresión). Caso contrario da la impresión de que en cierto
modo justifica el disparo a un bombero, el tiro en la nuca a
un policía, o la agresión de un toxicómano cuando su médico
no le dé la receta de trankimazín que pide.
Es muy loable que no permita Vd. la toma de ninguna decisión
que afecte al bienestar de sus pacientes. Nosotros tampoco
estamos dispuestos a permitir que continúe una situación en
la que se ve afectado el bienestar de los nuestros. No somos
mis compañeros ni yo los que hemos pensado en “bandos”. Y le
prometo que me produce desazón pensar en bandos cuando hablo
de pacientes. Lamento que Vd. me haya obligado a hacerlo.
*D.U.E. Atención Primaria
Centro de Salud Tarajal
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