Es lo que estamos teniendo durante
estos días, en torno a la Asamblea de la Ciudad Autónoma de
Ceuta, tras la dimisión forzada del ex vicepresidente de la
Ciudad.
Y de nuevo habrá dos posturas encontradas, la oficial del
Gobierno de la Ciudad que quiere ir dando los pasos que
considera más oportunos, pero “lavando la ropa” en casa, y
la de la oposición, o de parte de la oposición,
concretamente de UDCE, que no se conforma con lo que se dice
oficialmente, porque “ el Gobierno no denuncia porque sabe
más de lo que suponemos y no tiene la conciencia tranquila”,
palabras de Mohamed Alí, número uno del principal partido de
la oposición.
Pero no se queda Mohamed Alí en simples palabras, y mucho me
temo que su posición va a hacer que haya, todavía, más
movimiento, por cuanto UDCE pedirá al fiscal que investigue
por qué dimitió, realmente, Pedro Gordillo.
Estamos entrando en un terreno sumamente resbaladizo y no
parece que la gente se conforme con quedarse en ese “vídeo”,
real o ficticio, sino que las pretensiones son las de llegar
mucho más lejos, ir hasta el fondo de la cuestión, si es que
la cuestión esta tiene fondo.
Cuando el líder de UDCE anunció que instaría a la Fiscalía a
que tome cartas en el asunto, es que en UDCE más que
suponer, se sabe algo más. Pero la pregunta que se hace la
gente fuera del ámbito político local es ¿Qué es ese algo
más?
Como “a río revuelto ganancia de pescadores”, no te
encuentras estos días en la calle con cualquiera de los que
quieren saber más, que no te cuente su propio montaje y eso
no va a ser lo más potable, primero para Ceuta, a todos los
niveles, y después para el propio Gobierno, al que se
intenta “zurrar” desde ángulos no coincidentes con su
composición, afirmando o inventando, cosas que pueden ser
reales, pero que parten, a mi modo de ver, de la propia
ficción.
Y en estos casos es donde UDCE se está “estirando” más que
lo había hecho en toda la legislatura, cuando a través de
una nota de prensa ha indicado que la decisión del Gobierno
de no denunciar a los medios de tirada nacional, que dijeron
que la “dimisión” viene motivada “ por la existencia de un
vídeo de contenidos comprometidos”, el no denunciar eso,
dice UDCE “implica que el Gobierno sabe más de lo que se
supone...”.
Juan Vivas, es cierto, ni ha desmentido ni, tampoco, ha
afirmado la existencia de ese vídeo, con lo que queda una
nube que trata de no sacar más cosas de las ya supuestas,
fingidas, ciertas o salidas desde otros ángulos.
En la comparecencia de Vivas, el martes, no echó la vista
hacia atrás, habló de lo que va a haber, de cómo se ha
reestructurado el Gobierno, pero no dijo una sola palabra
sobre lo que Mohamed Alí ha considerado “uno de los mayores
escándalos de nuestra ciudad”.
Y cuando uno echa la vista hacia un lado y hacia el otro,
podría extrañarnos que desde el PSOE no se esté asaeteando,
también, al Gobierno por lo que representaba en el mismo
Pedro Gordillo, y he dicho “podría parecer”, pero todos
sabemos que los grandes partidos en este tipo de problemas,
a lo sumo, tiran con bolas de fogueo, por aquello de que
“hoy te toca a ti, aquí, y mañana me puede tocar a mí, o me
ha tocado ya, un poco más allá”. Todos saben lo que unos y
otros se están jugando.
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