La representante del Ministerio Fiscal en la ciudad así como
la acusación particular piden seis meses de prisión, y un
año y seis meses de alejamiento e incomunicación y
prohibición de tenencia y porte de armas para un sujeto por
supuestos malos tratos en el ámbito familiar. Por su parte,
la defensa solicita la absolución de su cliente.
Durante el juicio, celebrado ayer en la sala del Juzgado de
lo Penal , intervinieron el acusado, la presunta víctima y
la médico forense en calidad de testigo, la que acreditó que
la denunciante había padecido una crisis de ansiedad el día
de los hechos motivada por los insultos del imputado.
Al parecer, los relatos de ambas partes se refirieron al 18
de agosto; según la versión desarrollado por el acusado, “yo
estaba en la casa con los niños y comenzó a gritarme,
diciéndome borracho, echándome de la casa y abajo, sus
amigas, me insultaron. Pero en ningún momento le pegué ni
nada ya que hemos convivido juntos hasta hace diez días.
Todo ocurrió sobre la una de la madrugada y en ese tiempo
las órdenes de alejamiento no estaban ni en vigor”. Por su
parte, la presunta víctima defendió otra hipótesis
totalmente distinta. “Mis amigas me llamaron para advertirme
que él estaba por la calle y escuché que las insultaba en el
portón. Entonces ya me agarró del cuello, me empujó y perdí
el conocimiento”. El juicio quedó visto para sentencia.
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